Piedras de temporada

GUADALAJARA, JALISCO (06/MAY/2010).- Desde tiempos ancestrales los collares han decorado el cuello de hombres y mujeres, en tal caso para las más adultas los collares representaban las líneas de su descendencia y a mayor cantidad de hilos se narraba la historia de la figura materna.

Ahora los collares son uno de los accesorios básicos, casi elementales en el vestir de las mujeres. Un buen collar puede realzar el atuendo darle el toque casual o elegante, según su diseño.

Mona González, diseña inspirada en la esencia de la mujer, sea cual sea el estatus de la misma y dice: “El cuello y el escote se lucen mucho más cuando se cuenta con un diseño a tres hilos con turquesas blancas, con un corte faceteado para darle mayor brillo a cada pieza”. El blanco se llena de luz con la integración de cristales al diseño y en sus colores predomina el color verde y azul aqua con sus diferentes combinaciones, a veces con un estilo autóctono, otras mucho más llenas de glamour.

En la lista de recomendaciones para regalarle la mamá Mona González, ha seleccionado una colección especial con turquesas en diferentes tonos, piedras con diferentes cortes y únicas en su presentación.

De cada estilo se ha creado una pieza, para brindarle a mamá mucha exclusividad. Lo importante es acudir con una experta para onsiderar las medidas del cuello, la forma de su cuerpo y el estilo que la representa al vestir, todo esto para seleccionar la pieza ideal para su portadora: “En el caso de las mujeres que tienen un busto grande se recomienda que la elección sea un collar estilo gargantilla, pues los collares largos no tendrán una caída adecuada y por lo tanto no lucirán”.

Para quienes disfrutan de los detalles y del movimiento ha preparado una selección de piezas que te permiten jugar con el collar, como corbatín, gargantilla y hasta largo y suelto para generar ese estilo gitano que se ha puesto de moda.

El color turquesa en sus diferentes tonos es uno de los colores más combinables y contrastantes, puede ir con los colores neutros para darle vida y con los colores vivos para equilibrar la fuerza de los mismos. Además siendo ésta la piedra de la temporada de su colección, añade que: “La turquesa es una piedra que funciona como amuleto de la buena suerte, incluso como talismán para evitar las malas vibras”.

Luz y movimiento
Los accesorios reinan en la temporada y en el tema la tendencia retoma el maximalismo; vuelve e dorado y el color oro viejo para dar el toque antiguo a cada pieza.

Diseños regulares que buscan la uniformidad para darle sentido al acomodo de las piedras y colgantes de metal, terreno que no es exclusivo de la plata o el oro, ahora se usa el latón con combinaciones en madre perla.

El movimiento de las piezas se da con el ensamble de pequeñas cuentas en forma de disco, piezas que cuelgan y se mueven acompañadas por el brillo del cristal o de las cuentas faceteadas con las cuales se realiza el intercambio de luz y te llenan de sofisticación.

Otras de las piedras semipreciosas que aparecen en los diseños de Mona González son los corales, las cornalinas y el lapizlázuli. La forma es otra variante.

Primero chic, luego hippie
El collar marca el estilo, por un lado al estar en forma de gargantilla se toma la versión de la mujer bonita con falda al cuerpo en largo Chanel, una blusa clásica con cuello alto y un moño que simula una mascada, saliendo de la misma un collar de perlas clásico. En la versión actual las perlas se presentan con un juego largo que simula los collares hippies reinantes en la década de los años sesenta.

El equilibrio llega con los estilos de la diseñadora invitada, quien toma la elegancia de las perlas para transformarla en moda, con largas cadenas de latón y aplicaciones que como amuletos se distribuyen a lo largo para generar buena fortuna. Muy a tono con los bolsos de la temporada.

Los mismo ocurre con las gargantillas de coral y turquesas en las que mezcla el estilo autóctono y lo equilibra con una pieza adicional para darle dulzura con unas gotas de piedra. El contraste de éste es el traje sastre con pantalón, extremadamente seductor.

Madre primeriza
Para las mamás que tienen niños pequeños, la diseñadora ha adaptado sus creaciones con mucha sencillez para que los colgantes no llamen la atención del niño, pues “seguramente al ver las piezas querrán meterlas en su boca y no es sano ni para la mamá ni para el niño, pero sí es justo y necesario que aunque estén amamantando tengan un collar para enmarcar su silueta femenina, especialmente el pecho”.

Y es que un collar es como un listón de color que le pone vida a nuestro cuerpo y que de quererlo puede también contar parte de nuestra historia y de nuestras vivencias.