Suplementos | Por: Pedro Fernández Somellera Para los nietos de nuestros nietos La Primavera es uno de los últimos espacios cercanos a la Zona Metropolitana de Guadalajara donde el contacto con la naturaleza es realmente puro Por: EL INFORMADOR 28 de febrero de 2016 - 01:25 hs Natural. Una hermosa cascabel (Crótalus basiliscuis), rareza encontrada en La Primavera. EL INFORMADOR / GUADALAJARA, JALISCO (28/FEB/2016).- Mucho hemos insistido que si cuidamos el Bosque de La Primavera en unos pocos años será tan valioso para Guadalajara, como actualmente es el Central Park para Nueva York. Ojala que nuestros empresarios, ávidos de dinero rápido (?) y las nuevas autoridades, lo puedan visualizar así. La paz del bosque, aún sigue ahí muy cerca de nosotros, serena y pacífica; habitada por los graznidos de los cuervos, el tac tac de los pájaros carpinteros, el tscht tscht de las lechuzas, el rumor del paso indeciso de algún venado entre las hojas de roble, y… el sonido etéreo de los pensamientos de algún caminante que sea capaz de disfrutarlo. (Cada vez hay más paseantes y ciclistas). En la Mesa del León, no hay nada: solamente… nada… cerros, volcanes, piedras, pinos, encinos, soledad y viento. Hojas pudriéndose entre los delicados hongos. Árboles añosos que disfrutan de su soledad. Ramas que en su podredumbre son fuente de vida para otros organismos ansiosos de paz y de quietud. El silencio y la nada están en La Primavera a tan sólo a media hora de la agobiante Guadalajara. Unos breves minutos separan el “delirius tremens” de la ciudad, de un agradable bosque en donde el tiempo parece detenerse para llevarnos a 20 mil años de distancia, en los tiempos en que los explosivos y rugientes volcanes formaban los valles y cañadas de La Primavera, esparciendo con intensidad un extraño y estéril “Púmice” volcánico (piedra pómez) o “Jal” (de ahí nos viene el nombre de Jal-isco): curiosos guijarros espumosos que siendo piedras flotan en el agua; y ahora permanecen bajo una delgadísima capa de tierra vegetal de tan sólo unos centímetros de espesor, que hace verdaderos esfuerzos por cubrirse de pinos, encinos y robles, que son quienes prodigiosamente nos traen las lluvias, el buen clima, y la agradable temperatura de que disfrutamos en Guadalajara. Mucha satisfacción se siente al ver casi abandonados los caminos que alguna vez fueron trazados por gente carente de visión, que trataba de hacer de este paraíso un fraccionamiento que daría pingües ganancias a quienes ¡ya ni siquiera viven en este planeta! Mucho hemos repetido que si dejamos en paz a este bosque, será el gozo y el deleite de las generaciones que vendrán cuando nosotros también ya nos hayamos ido. Aunque el acceso a la Mesa del León está un poco restringido, y que mi misión como protector del Bosque de La Primavera se puede poner en entredicho, les diré cómo llegar a este lugar, siempre y cuando prometan que no dejarán huella alguna, ni ruido, ni basura, ni nada que pudiera estorbar a las plantas, animales o insectos del lugar. Pasando el pueblo de La Primavera, siguen hacia Agua Caliente. Al llegar a una casita abandonada está una puerta de tubos a mano derecha; siguen por un camino empedrado hasta una vieja hacienda; ahí piden permiso de pasar a la vereda que va a la Mesa del León. Después de las mesas de reforestación, como a una media hora de camino llegarán a un misterioso lugar donde se encontrarán rodeados de pequeños volcancitos que se ocultan entre los robles y los encinos. ¡El lugar es fascinante! ¿Víboras? Sí. Sí hay, pero son muy escasas. Aquí les presento una (Crótalus basiliscus) que tuve la suerte de encontrar: una rareza rebosante de salud característica de la sanidad del bosque. ¿Alacranes? Só, uno que otro; pero nunca me ha picado uno. ¿Peligroso? creo que un poco; sobre todo por eso de los extravíos en la montaña ¡Pero… es más peligroso no ir! y todavía más peligroso es que descuidemos este cercano bosque-joya que pertenece a los nietos de nuestros nietos. vya@informador.com.mx Temas Bosque La Primavera Pasaporte De viajes y aventuras Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones