Viernes, 26 de Julio 2024
Suplementos | Un motor sobre dos ruedas

Motos

Por: Adrián Castañeda Fonseca

Por: EL INFORMADOR

En un principio la bicicleta se motorizó “a sangre”, por fuerza muscular. La motocicleta empezó con motorización mecánica y así ha seguido, hasta llegar a las maravillas que vemos en las calles de hoy, todos los días.

Pero la fabricación del motor, además de representar problemas técnicos, también ha sido combustible de pasiones desenfrenadas. Baste decir que entre las tendencias de los motores multicilindros actuales, existe una enconada rivalidad entre las diversas formas de concebirlos: cilindros en línea, opuestos o en “V”.

No es una decisión sencilla ni para el fabricante ni para el consumidor, tomar uno u otro camino. Viéndolo desde el punto de vista del consumidor, mientras más cilindros tiene una máquina, más piezas la componen y con ellas, el mantenimiento puede elevar su costo. Pero a cambio, le dará un paso más uniforme. Dividir la explosión de, digamos, mil 200 centímetros cúbicos, en cuatro explosiones de 300 centímetros, es más manejable que dividirlo en dos explosiones de 600 centímetros aunque, se tiene entre las piernas un motor más ancho que a la vez, tiene un centro de gravedad más bajo. Ventaja y desventaja. Cuestión de gustos.

La configuración de dos cilindros en “V” de 45 grados tiene grandes ventajas: Un motor más compacto y menos piezas, pero a cambio, la explosión en los cilindros queda desfasada por 45 grados. El ciclo es: una explosión, giro de 315 grados, explosión, giro de 405 grados... explosión...

Por otra parte, el cilindro que viaja al frente, se refrigera mejor que el trasero.

La forma ideal podría ser los cilindros opuestos, es decir, “V” de 180 grados, pero da dos desventajas en la construcción de una motocicleta: el motor más ancho (pero mejor enfriado) podrá ser ideal para carretera, pero tiene desventajas en la circulación urbana y el movimiento surge en forma perpendicular al eje de la rueda a la que va a impulsar, lo que obliga a emplear una flecha de transmisión, que produce una fuerza de reacción a la aceleración, y que obliga a una pérdida de energía al transmitir la fuerza en ángulo.

En síntesis: ya desde el momento de idear un motor, se está enfocando a un segmento de mercado determinado. Eso hace el motociclismo más individual, más a la carta.

Y la individualidad es la esencia de estas maravillosas máquinas de dos ruedas.
 

Adrián Castañeda Fonseca

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