Domingo, 01 de Diciembre 2024
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María, madre ejemplar

Hay muchas cualidades para destacar en esta mujer, pero podemos considerar algunas que son compartidas por otras mujeres

Por: EL INFORMADOR

     De mil maneras se festejará a las madres en nuestro amado país. En algunos hogares el festejo comenzó desde anoche con las “mañanitas” o la visita sorpresa; en otros ya se estará dando el desayuno especial, o se estará planeando la comida; habrá otras casas donde el recuerdo de la madre que ya no está presente se tratará de mitigarlo con la compañía de los demás seres queridos; en fin, que cada familia tiene hoy un evento primordial en el cual ocuparse.
     Como un sencillo homenaje a las madres de nuestro país, estudiaremos una breve semblanza de una mujer descrita en los evangelios: la bienaventurada virgen María. Hay muchas cualidades para destacar en esta mujer, pero podemos considerar algunas que son compartidas por otras mujeres.
     Una mujer sensible a la voz de Dios. Cuando el ángel Gabriel se le apareció para darle un mensaje de parte de Dios, María se sorprendió por la salutación que recibió, pero no tanto por la aparición angelical.      
     Evidentemente se trataba de una mujer acostumbrada a escuchar la voz de Dios, y con una gran disposición para hacer la voluntad del Señor, tanto que ella misma se describe en los evangelios como “la sierva del Señor, en la cual Él puede hacer su voluntad”.
     Una mujer prudente para actuar. Cuando el niño Jesús nació, varias personas dieron diversas profecías respecto al futuro del Salvador y de su madre, y el propio evangelio refiere que “María guardaba todas esas palabras en su corazón”. Ella se comportó con mucha prudencia, escudriñando con cuidado la información que había recibido, y respondiendo sabiamente a las situaciones que se le iba presentando.
     Una mujer atenta a las necesidades ajenas. Al leer los evangelios, podemos darnos cuenta de que en algunos eventos en los que María participó, es evidente su interés por las necesidades de otros: en una boda en el pueblo de Caná, se acabó el vino, y fue María la que, compadecida, se acercó a Jesús para pedirle que les ayudara con su necesidad. Este milagro fue el inicio de las señales que Jesús hizo al comenzar su ministerio.
     Una mujer cercana a los sufrientes. Cuando Jesús fue clavado en una cruz en las afueras de Jerusalén, pocos de sus amigos se atrevieron a estar cerca. Una de las pocas personas que estuvieron ahí fue María, a pesar del increíble dolor que ello le significaba. Sin duda que su cercanía no sólo era por el hecho de ser la madre de Jesús, sino también por su corazón inclinado a la misericordia por los que sufrían. Aunque ella no podía hacer nada en ese momento, su presencia fue tan fundamental, que Jesús tuvo para ella y para el apóstol Juan, palabras de dirección y aliento.
     Una mujer perseverante en la fe. Aunque miles de personas siguieron a Jesús, y se maravillaron por sus enseñanzas y su poder, al final todos le abandonaron, y sólo unos pocos perseveraron en las indicaciones que el Maestro les dio: el grupo apenas llegó a 120. Entre ellos se encontraba María, según nos relata San Lucas al escribir el libro de los Hechos de los Apóstoles.    Esta santa mujer siguió fiel a las indicaciones de Jesús, después de que el Maestro había ascendido a los cielos luego de su resurrección.
     Estas cinco cualidades de esta notable mujer, también pueden ser compartidas por muchas otras siervas de Dios, que, al igual que María, pueden hacer mucho bien a su alrededor. Que Dios le bendiga a usted, querida madre, para que desarrolle plenamente estas cualidades, para la gloria de Dios.

Ángel Flores Rivero
iglefamiliar@hotmail.com

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