Suplementos | Estamos todavía en una época del año en que las lluvias y los vientos son lo normal de estas fechas LAS COSAS QUE NOS RODEAN: Vientos y lluvias Poco a poco va prendiendo el “Año dedicado a san Pablo”, que, por voluntad del Papa Benedicto XVI, se le dedica para conmemorar el doble milenio de su nacimiento Por: EL INFORMADOR 12 de agosto de 2008 - 11:35 hs Poco a poco va prendiendo el “Año dedicado a san Pablo”, que, por voluntad del Papa Benedicto XVI, se le dedica para conmemorar el doble milenio de su nacimiento… Al mismo tiempo estamos todavía en una época del año en que las lluvias y los vientos son lo normal de estas fechas. A través de esto podemos considerar cómo para san Pablo no faltaron sufrimientos y tribulaciones, pero él superó toda adversidad, y aunque soplara el viento por cualquier lado, aunque lloviera fuerte, él siempre se mantuvo firme en la fe y el amor que le inspiró Cristo Jesús en el día memorable de su encuentro cuando cabalgaba hacia Damasco. Para san Pablo, sin duda más que un dulce encuentro fue un encontronazo, porque era lo único que haría recapacitar a este hombre tan recio y de voluntad tan grande, que con el nombre de Saulo de Tarso causaba terror persiguiendo a los cristianos. De pronto quedó ciego, para luego abrir los ojos a una nueva luz… A partir de entonces y con el nombre de Pablo, su vida se trasformó radicalmente y ni vientos ni tormentas lo hicieron cambiar de opinión en aquella decisión que tomó, de seguir y amar a Cristo Jesús con todo su corazón. Su decisión fue sin duda de tal dimensión y hondura, que la podemos medir por el hecho de que su nombre perdura todavía hasta el presente, y ni vientos ni tormentas han podido borrar su nombre de la historia, ni han logrado cubrir con olvido aquella vida de dedicación y de entrega total a hacer conocer a todos la palabra y el amor de Cristo que dio su vida por salvarnos. ORACION El viento dice: Yo quisiera llevar en mi eco la canción del amor que el Señor otorga a todos y a cada uno de sus hijos. La lluvia dice: Yo quisiera llevar a todos la frescura de gracia que inunda la vida de aquellos que deciden transitar por el camino de Dios que lleva a buena meta. Lluvia y viento dicen: En ningún momento queremos ser obstáculos para que se realice el plan divino, que da alegría y hace perdurar el recuerdo de aquellos que optaron por vivir el amor. Por eso mientras vamos caminando, tenemos oportunidad de orientar nuestros pasos, de hacer el bien y sobre todo de vivir el amor en el servicio a los demás, llevando ese mensaje que desde hace dos mil años inunda nuestro mundo y que san Pablo predicó con su palabra y su vida. María Belén Sánchez fsp Temas Religión Fe. Lee También ¿Cómo aparece el Espíritu Santo en el cónclave? ¿Cómo serían los cardenales mexicanos como Papas? ¿Cuál será el nombre del próximo Papa, según la IA? “Descansa en paz, querido hermano” Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones