Suplementos | 'La fe católica es ésta: que veneremos un Dios en la trinidad y la trinidad en la unida Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo 'La fe católica es ésta: que veneremos un Dios en la trinidad y la trinidad en la unidad' Por: EL INFORMADOR 14 de junio de 2014 - 23:03 hs El misterio de un solo Dios en tres personas distintas es central en la vida del cristiano. / LA PALABRA DE DIOS • PRIMERA LECTURA Éxodo 34, 4-6. 8-9 Labró Moisés dos tablas de piedra como las primeras y, levantándose de mañana, subió al monte Sinaí como le había mandado Yahveh, llevando en su mano las dos tablas de piedra. Descendió Yahveh en forma de nube y se puso allí junto a él. Moisés invocó el nombre de Yahveh. Yahveh pasó por delante de él y exclamó: "Yahveh, Yahveh, Dios misericordioso y clemente, tardo a la cólera y rico en amor y fidelidad". Al instante, Moisés cayó en tierra de rodillas y se postró, diciendo: "Si en verdad he hallado gracia a tus ojos, oh Señor, dígnese mi Señor venir en medio de nosotros, aunque sea un pueblo de dura cerviz; perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y recíbenos por herencia tuya." • SEGUNDA LECTURA Segunda carta del apóstol Pablo a los corintios 13, 11-13; Por lo demás, hermanos, alegraos; sed perfectos; animaos; tened un mismo sentir; vivid en paz, y el Dios de la caridad y de la paz estará con vosotros. Saludaos mutuamente con el beso santo. Todos los santos os saludan. La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. • EVANGELIO Juan 3, 16-18 Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que creee en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios. GUADALAJARA, JALISCO (15/JUN/2014).- Hoy, siguiente domingo del de Pentecostés, los creyentes humillan la cabeza ante el misterio de Dios que sobrepasa todo conocimiento. Misterio central de la ley de la vida del cristiano, es el misterio de un solo Dios en tres personas distintas. Y si es misterio, si es inalcanzable para la mente del hombre —que es un ser limitado—, entonces sólo aceptar la verdad revelada debe ser la actitud humilde. Es el creyente el que en ciertas horas se interroga, se cuestiona sobre el sentido de su propia existencia, sobre qué es lo que le espera más allá de eso que se llama vida; cuál es su origen, de dónde viene. Y termina convencido que viene de Dios y hacia a Dios va; Dios es espíritu puro, Dios es uno, y Dios es uno en tres personas: el Padre, a quien reconoce creador de todo lo que es visible y lo invisible; el Hijo, enviado por el Padre, hecho hombre para redimir a los hombres caídos; el Espíritu Santo, a quien el Padre y el Hijo han enviado —luz de luz— para alumbrar, fortalecer, santificar. Todo es misterio, misterio de Dios, del amor infinito de Dios; pero es aquí donde la fe acepta… sencillamente acepta. El culto a Dios de parte de la Iglesia se llama liturgia, y toda la liturgia esta impregnada del misterio de Dios uno y trino, desde el inicio; el bautismo es con este signo trinitario. Las oraciones litúrgicas concluyen casi todas así: “Te lo pedimos por tu hijo Jesucristo, que contigo vive y reina, en unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén”. Y todos los domingos, no sólo éste, y todos los días del año, son días de dar culto a Dios, uno y trino. Siempre que el creyente hace la señal de la cruz, este signo va acompañado de una invocación a Dios, uno en tres personas. Siempre en la administración de los sacramentos, se invoca a Dios uno y trino y en su nombre se distribuyen los dones divinos. Pero no sólo en la oración litúrgica, sino en las muchas manifestaciones de fe y piedad, aflora siempre la invocación a Dios uno en tres personas. Por tanto, todo en el culto es trinitario, y así se sintetiza la fe en el misterio: “La fe católica es ésta: que veneremos un Dios en la trinidad y la trinidad en la unidad, no confundiendo las personas ni separando las sustancias. Una es la persona del Padre, otra la del Hijo, otra la del Espíritu Santo; pero del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo una es la divinidad, igual la gloria, coeterna la majestad”. A través de los siglos, inmutable, la Iglesia conserva ese bello patrimonio. Ahora, la Iglesia sigue cantando “Gloria al Padre y al Hijo y al Espiritu Santo”. José Rosario Ramírez M. SI QUEREMOS CONOCER A DIOS. Son muchos los que quieren llegar al conocimiento de Dios, haciendo uso de sus propias capacidades y fuerzas, y jamás lo logran, por lo que, en muchos casos, terminan perdiendo la poca fe que tenían, declarándose ateos y afirmando que Dios no existe. Es por medio de la revelación que podemos conocer a Dios, hasta donde nuestras limitaciones nos lo permiten. Sin embargo, el que con fe y humildad, se abre y acoge esta revelación, logrará el máximo grado de conocimiento de Él, que le es posible al ser humano. Ahora bien, en esta revelación, el Padre nos dio todo, al darnos a su Hijo, Palabra encarnada. San Juan de la Cruz afirmó: "Porque en darnos, como nos dio a su Hijo, que es una Palabra suya, que no tiene otra, todo nos lo habló junto y de una vez en esta sola Palabra… Porque lo que hablaba antes en partes a los profetas, ya lo ha hablado todo en Él, dándonos al Todo, que es su Hijo. Por lo cual, el que ahora quisiese preguntar a Dios o querer alguna visión o revelación, no sólo haría una necedad, sino haría agravio a Dios, no poniendo los ojos totalmente en Cristo, sin querer cosa otra alguna o novedad". Es así que en Cristo y por la acción del Espíritu Santo, que podemos tener ese acercamiento a Dios; y ese conocimiento a nuestra medida, no se alcanza por medio del intelecto ni de la razón, sino del corazón, es decir, de la experiencia de una relación íntima con Cristo, "imagen del Dios invisible", por la fe y el amor. Hoy que la Iglesia Universal celebra la solemne fiesta de la Santísima Trinidad, en la que conmemoramos cómo Dios se nos revela como Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas y un solo Dios verdadero, muchos aún dudan, no se explican cómo es esto y no creen, y tratan de hacerlo desde la misma razón, cuando ello es imposible, dado que es misterio. El misterio de la Santísima Trinidad es el Misterio central de la fe y de la vida cristiana. Es el Misterio de Dios en sí mismo(CIC 234). Es por ello que es recomendable no perder tiempo ni energías tratando de descifrar lo indescifrable. Si realmente queremos conocer a Dios, busquemos tener un encuentro personal con Él: Con el Padre que es Amor y que nos ama incondicional, infinita y personalmente; con el Hijo, quien es el hermano y amigo por excelencia y por ello dio su vida para salvarnos a todos, y con su resurrección nos ganó esa salvación; y con el Espíritu Santo, quien es el que hace presente a Jesús en medio y en nosotros; quien continúa su Obra salvífica y nos capacita para seguirlo, dándonos los dones y carismas necesarios para el servicio a su Reino y a los demás, y sobre todo, nos santifica, dándonos una vida nueva. FRANCISCO JAVIER CRUZ LUNA Temas Fe. 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