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Fiat Dobló 2010

Las van de carga también transportan a pasajeros, incluso los que buscan aventura

Por: EL INFORMADOR

Ya nos acostumbramos a ver furgones en México.  /

Ya nos acostumbramos a ver furgones en México. /

GUADALAJARA, JALISCO (05/JUN/2010).- Ya nos acostumbramos a ver furgones en México, tanto de carga como de pasajeros. Sin embargo, no hay ninguno como el Fiat Dobló, al menos no como la que conducimos en Brasil. Ya les diremos por qué.

Las furgonetas para transporte de pasajeros han tenido una aceptación razonable en nuestro país. A muchos les gusta su amplitud interior, su capacidad de carga, incluso su forma, distinta de los demás vehículos. Tienen también, claro, sus detractores, los que piensan que parece un vehículo “de tintorería”.  La realidad es que luego de tener opciones francesas en el mercado, con la Grand Raid, de Peugeot y la Kangoo, de Renault, sólo la primera todavía ofrece versiones para pasajeros, lo que suena lógico puesto que, en nuestra opinión, era realmente la más bien adaptada para llevar a personas de un lado a otro. Fue con esa curiosidad, de ver qué tan bien se sentía, que manejamos por algunos días el Fiat Dobló brasileño, en las calles de Recife, en el Nordeste de Brasil.

La Dobló se distingue de sus competidores no sólo por su diseño, pero también por ofrecer una versión como la Adventure Locker, exactamente la que condujimos.

Por fuera, esta versión es distinta por los insertos de plástico en color gris oscuro, que contrastan con la carrocería, más cuando ésta es de color claro, lo que no era nuestra caso. La Dobló Adventure tiene ese aire rudo, que tanto gusta hoy en día, pero a diferencia de sus rivales, sí tiene buena capacidad para transitar fuera de la carretera, gracias a un sistema de bloqueo mecánico del diferencial delantero, que ayuda y mucho a sacarla de posible atascotes fuera del asfalto.

Por dentro, hay espacio para cinco personas en las dos primeras filas de asiento, como era de esperarse, pero también hay un asiento plegable en la cajuela, algo opcional en las Dobló convencionales y de serie en la Adventure. Este detalle también la hace distinta de sus competidoras.

Los plásticos de su interior siguen mostrando que Fiat tiene ahí un área de oportunidad para mejorar. Sin embargo, no son muy distintos de lo que se encuentra en el mercado. El nivel de equipo es correcto, con aire acondicionado de buen funcionamiento (no es fácil aplacar el calor de Recife y la Dobló lo hizo); un estéreo de desempeño aceptable; asientos forrados de piel y mandos eléctricos para cristales; seguros y espejos. Como opción se puede ordenar, por ejemplo, el sistema de conexión de manos libres para el celular, por Bluetooth.

El confort para quien viaja adelante es muy bueno, con una visibilidad hacia delante y a los lados excepcional. Sin embargo, hacia atrás ésta se dificulta debido a la separación de la puerta trasera, que se abre en dos hojas. La segunda fila de asientos es espacioso, pero un viaje largo en ella puede no ser recomendable, lo que mejoraría caso la base del asiento no fuera tan paralela al piso y sí un poco inclinada hacia atrás. Como está, deja a los pasajeros una sensación de que viajan demasiado sueltos, deslizando hacia delante, lo que se refuerza gracias al cuero que forra los asientos. También sería bienvenida una agarradera superior en las laterales traseras.

Los ruidos del interior, son normales en este tipo de vehículos, pero sería más agradable si Fiat trabajara un poco más cuidadosamente en aislar el sonido del viento que entra en la cabina, que es demasiado fuerte a partir de los 100 km/h. No es, claro, un vehículo para correr.

Mecánicamente la Dobló Adventure tiene el mismo conjunto que equipa la muy conocida por nosotros Palio Adventure. Una máquina de cuatro cilindros, con 1.8 litros de desplazamiento y 112 caballos de fuerza, con gasolina, que suben para 114 con etanol, que fue como la usamos en Recife.

El resultado es un vehículo con disposición suficiente para transportar a hasta seis pasajeros, de preferencia en tramos urbanos, con un nivel de lujo que hará que más de uno la considere como una opción más sensata que un tradicional sedán o hatchback, principalmente si la familia es grande o si se acostumbra andar con muchos amigos.

Desafortunadamente, no pensamos que éste vehículo venga a México, pero es una decisión que está  en las manos de Chrysler, que será el nuevo importador de los autos Fiat. Puede que la noticia no sea tan mala, porque Chrysler podría, en un determinado momento, traer la más moderna Dobló italiana. Como sea, esperemos que en un futuro si no inmediato, al menos de mediano plazo, podamos contar aquí, con una opción más de furgoneta familiar, dejándonos de nuevo, con una opción ante la Peugeot Grand Raid.

Sergio Oliveira/Recife

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