GUADALAJARA, JALISCO (12/MAR/2017).- Si bien San Miguel de Allende es un destino con una gran oferta hotelera, nada se parece a la experiencia de alojarse en el Hotel Rosewood. Abierto en 2011, es reconocido como uno de los mejores hoteles en nuestro país y de paso ha logrado encantar al resto del mundo. Su arquitectura respeta el viejo aire de hacienda colonial, lo que la vuelve perfecta para aquellos que aman los grandes espacios plagados de ricos detalles. Aunque invita al descanso absoluto, el hotel invita a la aventura.Dentro de las actividades que ofrecen, incluye recorridos a pie, visitas a casas y jardines, así como visitas guiadas a diferentes museos que se encuentren en la cercanía. Para que no te aburras, el recinto también ofrece clases de cocina, música y baile, así como degustaciones con los mejores vinos de nuestro país. Para los amantes de la adrenalina, hay paseos a caballo, recorridos en vehículos todo terreno, ciclismo de montaña y la infaltable visita a los campos de golf.El Concierge del Hotel Rosewood no se va a conformar con ofrecerte actividades genéricas, pues hay programas y talleres de arte personalizados. ¿Hace falta decir más? Es momento de conocer este hotel con más profundidad.Los saboresEl Restaurante 1826 es la carta fuerte gastronómica, con un menú que apela a los sabores mexicanos. Si quieres algo más romántico, visita el Luna Roofstop Tapas Bar, que ofrece una de las mejores vistas de San Miguel de Allende, desde la terraza superior del hotel.Los detallesEl hotel cuenta con tres piscinas (dos familiares y una solo para adultos), además de un jacuzzi y cabañas privadas. También ofrece un espectacular Spa y un área de gimnasio, con entrenadores personales y clases de yoga y pilates. La propuesta es un descanso total.Las estanciasCon 67 habitaciones, el hotel se preocupa por el máximo descanso. Sus habitaciones se dividen en tres tipos (Colonial, Deluxe y Rooftop). A lo anterior se suman las suites (de siete categorías, desde junior hasta tower). Para el descanso de lujo, puedes optar por una residencia privada.
