Viernes, 26 de Julio 2024
Suplementos | Las inconsistencias de los implicados en un extraño accidente vial

El cartero, el MP y sus víctimas

Las inconsistencias en el proceso para determinar las responsabilidades de los implicados en un accidente vial que deja un mundo de cabeza al descubierto

Por: EL INFORMADOR

Como en las películas, el cartero supo qué es volar y desde el aire alcanzó a ver el vuelo de su Yamaha 150 amarilla.  /

Como en las películas, el cartero supo qué es volar y desde el aire alcanzó a ver el vuelo de su Yamaha 150 amarilla. /

GUADALAJARA, JALISCO (02/FEB/2014).- El cartero; M. García, el cartero, dijo que tirado en el piso vio cómo se hacía grande la mancha de sangre sobre el asfalto de la calle Francisco Saravia. La mancha y luego el charco y luego el río espeso estilaban de su pierna derecha.

Hasta eso tuvo tiempo de quitarse el cinturón y apretarlo, una cuarta arriba de la rodilla.

Eran las 7:45 de la mañana del 7 de abril de 2013. Un viernes, recuerda el cartero. Dijo que unos minutos antes él circulaba por la Francisco Saravia, de Norte a Sur, cuando el chofer de un Escort rojo se pasó un alto. Como en las películas, el cartero supo qué es volar y desde el aire alcanzó a ver el vuelo de su Yamaha 150 amarilla.

Calculó que esa mañana no iba a llegar a su oficina postal, en Las Águilas.

El MP

El Ministerio Público J. Hernández llegó a la Francisco Saravia, cruce con Pablo Valdés, casi a las dos de la tarde del 7 de abril de 2013.

A esa hora ya se habían dado una vuelta por ahí dos policías investigadores, a las once y cuarto de la mañana y a la una y media de la tarde. Pero incluso ellos habían llegado tarde. Hacía un rato que un agente de Movilidad había ordenado mover el Escort rojo y los restos de la motocicleta.

En la averiguación previa 4407 de 2013, J. Hernández escribió que el cartero se pasó el alto de la Francisco Saravia y estrelló su costado izquierdo contra un Escort rojo que circulaba sobre la Pablo Valdés.

El Ministerio Público también escribió que el cartero tenía una inflamación en la rodilla derecha, donde se había hecho una cortada de diez centímetros de longitud.

El cartero


Dijo que no sentía dolor ni molestia alguna en la pierna derecha cuando lo subieron a la ambulancia, un poco antes de las ocho de la mañana. El estado de adormecimiento lo atribuye a que el golpe estaba calientito.

Pero, dijo, ni siquiera así se confió del destino porque él mismo había visto escurrir su sangre sobre el asfalto de la Francisco Saravia.

Por no dejar, le preguntó a los paramédicos cómo estaba su pierna.

Los paramédicos pusieron cara de funeral.

Nunca perdió la conciencia hasta que lo anestesiaron para meterlo al quirófano, dijo.

Despertó tres días después, en una sala de terapia intensiva. En la cama 729 del piso 7, el cartero conoció a sus nuevos inseparables: el comandante Fierros y otro vigilaban que no se escapara.

La verdad es que ni cómo. Al cartero le faltaba la mitad de la pierna derecha: “Amputación cruenta actualmente tratada quirúrgicamente […] anemia aguda secundaria, hemorragia masiva”, anotaron los del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses en el archivo ML 6584.

El MP

Escribió que, en otras palabras, el 7 de abril de 2013 el cartero amaneció con ganas de divertirse mientras entregaba estados de cuenta y paquetes en el poniente de Guadalajara, donde tenía trece años de experiencia en el oficio.

El MP anotó en su averiguación que a las 7:45 de la mañana M. García se subió a la Yamaha 150 con un coctel de anfetaminas, barbitúricos, cocaína, opiáceos y mariguana: todas y cada una de las sustancias.

Por su actitud festiva, por haber abollado con la pierna izquierda —que quedó ilesa— el Escort y por perder la pierna derecha el Ministerio Público y la aseguradora del Escort consideraron que al cartero le tocaba desembolsar tres mil pesos.

El forense

El peritaje del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses 06521/2013/12CE/LQ/02 dijo que las muestras de orina 66556CE-13 —las del cartero—, no arrojaron restos de anfetaminas, barbitúricos, opiáceos, mariguana ni cocaína. Dieron sólo positivo a los aburridos imipinem, clindamicina, fluconazol, ketorolaco, omeprazol, nubain, midazolam y fentanil. Todos se los pusieron en el hospital Gómez Farías del ISSSTE, donde el cartero convaleció dos semanas.

El cartero

Dijo que estuvo varios meses con comezón y calambres en los dedos del pie derecho que se arrancó en el accidente. Dijo que después del hospital pensó en matarse. Un día desaparecieron las comezones y los llamados a la muerte.

El 15 de agosto de 2013 le pusieron una prótesis, dijo el cartero. Es un pedazo de pierna de termo plástico que remata en unos tenis del 9. Parece natural pero jamás siente comezón.

Por lo menos el conductor del Escort se desistió de su demanda y su seguro aceptó pagar 50 mil por la pierna mutilada.
50 mil valen los músculos, tendones y dedos que caben en la mitad de la pierna derecha del cartero.

En el Juzgado Sexto Penal le aconsejaron al cartero que acepte los 50 mil. Si exigiera los casi 300 mil que le corresponden correrían dos años entre demandas de un cartero y amparos de una aseguradora.

Dijo el cartero que ya se animó a subirse otra vez en una motocicleta. Sobre ella siente estos días más seguridad que sobre sus pies, el real y el falso.

El cartero sabe que jamás volverá a ser cartero ni repartidor de comida, su oficio en las tardes. Entre una y otra cosa el cartero trabajaba quince horas diarias para mantener a sus hijos, de cinco, ocho y once años.

El MP


J. Hernández no ha vuelto a anotar nada en el expediente del cartero, pero casi no pasa un día sin que integre una nueva averiguación previa.

Le sobra material: hay ciento de carteros, ancianos con bastón y niños en triciclo sueltos, atropellando diario a autos compactos, camionetas y hasta tráilers. Las víctimas de estos carteros, niños y ancianos han de ser parte de 97 por ciento de las personas que jamás hallarán justicia en México.

SABER MÁS

Accidentes viales en 2013

De acuerdo con la Secretaría de Movilidad, en 2013 la pérdida de vidas en percances viales en la ZMG disminuyó en 20, al registrarse 639 fallecimientos en comparación con los 659 del año antepasado. Los accidentes vehiculares también estuvieron a la baja: 42 mil 436 el año pasado frente a 47 mil 220 de 2012, estos números arrojan una disminución en los siniestros de cuatro mil 784.

Tapatío

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