Viernes, 26 de Abril 2024
El debate inicia con duros discursos de la oposición para intentar frenar todo el proceso. EFE / Q. García
Internacional

Parlamento catalán debate la proclamación de independencia

El legislativo abre una sesión para discutir la constitución de una Cataluña independiente, un hecho sin precedentes en España  

AFP

El Parlamento catalán abrió este viernes una sesión para debatir la proclamación de la independencia, un hecho sin precedentes en la democracia española y un reto para la Unión Europea, mientras en Madrid el Senado preparaba la intervención de la autonomía.

"Constituimos la República catalana, como Estado independiente y soberano, de derecho, democrático y social", explica la resolución a debate, presentada por una heteróclita coalición de nacionalistas.

Ese texto ya fue firmado simbólicamente el 10 de octubre por los diputados de la mayoría independentista de la cámara catalana.

Su entrada en vigor fue suspendida para entablar negociaciones con Madrid, pero tras un duro pulso que ha puesto a la región al borde de la inconstitucionalidad, los diputados independentistas (72 de 135) se disponían a dar el salto a lo desconocido.

"Constituimos la República catalana, como Estado independiente y soberano, de derecho, democrático y social", explica la resolución. 

El debate se inició con duros discursos de la oposición para intentar frenar todo el proceso.

"Ustedes son unos inconscientes", clamó la diputada Eva Granados, del opositor Partido Socialista.

"No tiene ningún sentido crear un pequeño Estado al margen de todo, sin ningún reconocimiento, empobrecido fracturado y sin futuro", advirtió.

Es "un día negro para la democracia", añadió Alejandro Fernández, del Partido Popular, que gobierna España.

Cataluña fue junto al País Vasco la primera comunidad española en proclamar su autonomía, como establecía la Constitución, en diciembre de 1978.

Unas 12 mil personas se reúnen afuera del Parlamento para seguir en directo la sesión en el pleno. EFE / M. Pérez

“Cargado de razones”
                  
En Madrid, paralelamente, el presidente del ejecutivo español, Mariano Rajoy, pidió al Senado, donde su partido tiene la mayoría absoluta, poderes extraordinarios y temporales.

Con esos poderes en mano, Cataluña perderá su autogobierno de forma temporal, una medida también sin precedentes en esas cuatro décadas de democracia.

"Este procedimiento se inicia cargado de razones", ante un ejecutivo catalán decidido a la secesión y que con ello "afecta a la economía, y muy mal", declaró Rajoy, después de que unas mil 500 empresas sacaran su sede social de Cataluña ante la incertidumbre reinante.

Mariano Rajoy, durante la sesión extraordinaria en el Senado español para discutir sus poderes extraordinarios. EFE / C. Moya

El mandatario anunció que quiere poder destituir al presidente independentista catalán, Carles Puigdemont, y a todo su gobierno, lo que provocó una fuerte salva de aplausos.

Igualmente, "la facultad de disolver el Parlamento de Cataluña pasará al presidente, que debe convocar elecciones en un plazo máximo de seis meses. Ya les adelanto que mi voluntad es celebrarlas lo más pronto posible", añadió Rajoy, en referencia a la principal medida del artículo 155 de la Constitución española.

Puigdemont debilitado
                  
El jueves la situación estuvo a punto de encaminarse de manera muy diferente, cuando Puigdemont amagó con un adelanto electoral como vía de salida.

El dirigente no dio finalmente el paso, y acusó a Rajoy de no haberle dado garantías de que, en caso de elecciones anticipadas, no intervendría la autonomía catalana.

Debilitado por las presiones de todos los lados, Puigdemont, de 54 años, un ex alcalde de arraigadas convicciones independentistas, prefirió devolver la palabra al parlamento catalán.

Según Puigdemont, el parlamento, de mayoría separatista, es el "depositario" del resultado del referéndum del 1 de octubre, declarado ilegal por la justicia.

Pese a ello, el gobierno regional lo da por válido, asegurando que hubo un 90% de síes a la secesión y una participación del 43%, en una Cataluña profundamente dividida en cuanto al proyecto independentista.
 

Cataluña se encuentra muy dividido desde el día del referéndum, entre los independentistas y los que quieren quedarse en España. EFE / M. Pérez