Jueves, 25 de Abril 2024
SIEMBRA. Especialistas recomiendan la utilización de plaguicidas naturales, que no se usan tanto porque son más caros. Archivo/ El Informador
Jalisco

Municipios del Sur concentran intoxicaciones por plaguicidas

En Autlán de Navarro detectaron que estudiantes cercanos a parcelas tenían la sustancia en sus organismos

YunuenMora

En los últimos años, el Sur de Jalisco se posicionó en Jalisco por la siembra de aguacates y, sobre todo, berries. Pero también por las intoxicaciones a causa de los productos de plaguicidas que utilizan los productores para la siembra.

Entre los años 2015 y 2021, mil 397 habitantes del Sur han llegado a la atención médica por estas consecuencias, según información del Organismo Público Descentralizado “Servicios de Salud de Jalisco”, convirtiéndose en la región que concentra más enfermos por esta causa en el Estado.

Uno de los casos fue el de la telesecundaria Venustiano Carranza, en la población de El Mentidero en Autlán de Navarro, donde investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG) encontraron plaguicidas en el organismo de los alumnos a través de estudios en orina. Alejandro Peregrina, participante del proyecto, informó que la escuela se encuentra a lado de una parcela donde siembran hortalizas. “Nos dijeron (los padres) que cuando fumigan se les ponen los ojos rojos, tienen vómitos y dolor de cabeza. Los intoxican”, lamentó.

En ese plantel, unos 18 estudiantes tenían plaguicidas como glifosato, malatión, molinato, 2,4-D y clorpirifos. Los dos últimos están prohibidos desde 2020 por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) junto con 339 productos más.

Por su parte, Armando Pimentel Palomera, director de Fomento Sanitario de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Jalisco (Coprisjal), contestó que ellos sólo tienen facultades para inspeccionar la comercialización de estos productos.

Por la pandemia, Pimentel Palomera subrayó que todo lo que tiene que ver con establecimientos de salud, medicinas e insumos, “es una urgencia más importante en este momento”. Añadió que, de recibir una denuncia, se inspecciona el lugar o el producto reportado. “Las intoxicaciones por plaguicidas no son una emergencia, por eso no planeamos un operativo”. En el caso de Autlán, verificaron los productos, pero “es un producto que no está cancelado y actualmente se sigue utilizando. No es una facultad nuestra (incidir). No podemos hacer más que respetar su utilización”.

Para saber qué acciones realizan con los agricultores para mejorar las prácticas de siembra, así como ayudar para cambiar los agroquímicos por productos más orgánicos, se solicitó entrevista con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, pero no respondió.

Al mes, seis enfermos por plaguicidas en Guadalajara

Aunque en Guadalajara no hay agricultura, o al menos no como en los municipios que se caracterizan por ella, en la capital tapatía suman 501 las personas que se han intoxicado por plaguicidas entre 2015 y 2021, lo cual significa, en promedio, seis al mes. Esto según informó vía transparencia la OPD “Servicios de Salud Jalisco”. Mientras que los Hospitales Civiles suman 18 hospitalizados, en este periodo, de la Zona Metropolitana de Guadalajara por la misma causa, sobre todo por los productos organofosforados.

Este tipo de insecticidas son utilizados tanto en el medio laboral (agrícola y no agrícola) como en el doméstico, en diversas industrias, medicina e incluso como armamento químico.

Según la Organización Mundial de la Salud, el manejo incorrecto de estos químicos es responsable de gran número de intoxicaciones agudas caracterizadas por el desarrollo de un síndrome colinérgico, que incluye confusión, convulsiones, coma, depresión respiratoria, lagrimeo, visión borrosa, hipersalivación,  diarrea y mioclonías.

Pero también de múltiples complicaciones crónicas, siendo la neuropatía retardada (o afectación a los nervios del sistema nervioso periférico) una de las más representativas.

De estas últimas, la frecuencia va progresivamente en aumento y pueden pasar desapercibidas por desconocimiento médico o del propio usuario, quienes no son capaces de relacionar la sintomatología con la exposición a estos químicos.

Por su parte, la Secretaría de Salud  en Jalisco afirmó que “muchas (intoxicaciones) son por accidente. Mientras que es la Comisión Para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Jalisco (Coprisjal) la que está a cargo del fomento sanitario para el buen uso y adecuado almacenamiento de los plaguicidas”. La Comisión señaló que dan prioridad a la vigilancia de productos en municipios donde se siembra y comentó que puede ser que aumenten el número en Guadalajara porque los traen de otros lugares.

 “Todos los plaguicidas son tóxicos. Evidentemente hay algunos más que otros, pero todos tienen alguna toxicidad y pueden generar problemas. Tenemos identificados  algunos municipios con mayor índice de personas intoxicadas”, dijo Armando Pimentel, director de la institución.

COMUNIDAD EL MENTIDERO

La UdeG estudia el Sur de Jalisco

Desde 2019, investigadores del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), junto con la Universidad de Guadalajara (UdeG), dieron a conocer que en la comunidad de El Mentidero, en Autlán de Navarro, los niños orinaban pesticidas.

Hoy, en la Región Autlán, que concentra 14 municipios del Sur, han acudido 604 personas entre 2015 y 2021 a centros de salud por intoxicaciones.

Tras los resultados, que arrojaron que estudiantes de la telesecundaria del lugar, donde 18 tenían pesticidas en su orina como glifosato que son organofosforados, malatión, molinato, 2,4-D, y clorpirifos organoclorados, decidieron implementar un plan de alimentación con alimentos libres de pesticidas para ver su reacción, tal como ya se realiza en Agua Caliente, Poncitlán.

“El plan de ver cómo está la presencia de plaguicidas, uso y abuso de estos, ha avanzado lento porque la pandemia nos vino a detener a todos. Se piensa hacer lo mismo, que se ponga un comedor para que coman de la parcela escolar que están haciendo más orgánica”, dijo Alejandro Peregrina, investigador del proyecto.

Niños de El Taray, Tamazula, con insecticida en su organismo

En El Taray, las plantas de pimientos parecen árboles de navidad: son verdes, los pimientos que parecen esferas de colores y el polvo del insecticida luce como escarcha.

Pero el único regalo es el pesticida en el organismo de los niños del lugar.

Alejandro Peregrina compartió que, dentro del proyecto del CIESAS, se estudia a niños de esta comunidad ubicada en Tamazula, donde hay invernaderos de pimientos. Esta comunidad no existía, sino que se creó luego de que la empresa que se ubicó ahí y la gente se mudó al lugar.

“Ahí estudiamos por iniciativa de la presidenta anterior, mientras que con el actual se sigue trabajando. También se hace monitoreo para saber cuánto viajan en el aire. Donde trabajan es con los niños porque están en desarrollo y son más susceptibles ante cualquier sustancia”, señaló. Entre los resultados, se encontró que el malatión, un insecticida en forma de polvo, es de los que más hay en los organismos, pero también el glifosato “y los usan sin medidas necesarias, como vestimenta, guantes, mascarilla, sólo se sacuden el polvo de los zapatos cuando van a casa”.

Resaltó que en el lugar la mayoría de las recolectoras son mujeres, pues tienen las manos más delicadas, por lo tanto son más vulnerables.

Para tratar de ayudar a la población, ya tienen un proyecto aprobado “para convencerlos de transición agropecuaria, no sólo en uso de plaguicidas, sino en hacer huertos urbanos”, llamado “Reconfiguración agroalimentaria”.

“Se ha hablado con las comunidades, se les entregan resultados a todos para que no haya estigmatización de una sola persona.

Esto ha generado una especie de conciencia, aunque es difícil que lo dejen. Se trata que se haga una reconfiguración agropecuaria, que no utilicen tales químicos, pero dándoles otra opción más orgánica porque quieren también ver resultados en la producción y la ganancia”, añadió.

En general, buscan hacer un mapeo en todo el Estado, comenzando con municipios que cultivan las frutas “de moda”, y dar parte a la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) sobre los resultados. Además de labores de concientización entre la población.

Periodo 2015-2021

Intoxicaciones en las regiones 

Región V Tamazula: 157 enfermos

Municipios

  • Concepción de Buenos Aires
  • Jilotlán de los Dolores
  • Santa María del Oro
  • La Manzanilla de la Paz
  • Mazamitla
  • Pihuamo
  • Quitupan
  • Tamazula de Gordiano
  • Tecalitlán
  • Valle de Juárez

Región VI Ciudad Guzmán: 636 enfermos

Municipios

  • Amacueca
  • Atemajac de Brizuela
  • Atoyac
  • Zapotlán El Grande
  • Gómez Farías
  • Sayula
  • Tapalpa
  • Techaluta de Montenegro
  • Teocuitatlán de Corona
  • Tolimán
  • Tonila
  • Tuxpan
  • San Gabriel
  • Zacoalco de Torres
  • Zapotiltic
  • Zapotitlán de Vadillo

Región VII Autlán: 604 enfermos.

Municipios

  • Atengo
  • Autlán de Navarro
  • Ayutla
  • Casimiro Castillo
  • Cihuatlán
  • Cuautitlán de García Barragán
  • Cuautla
  • Juchitlán
  • El Limón
  • Villa Purificación
  • Tecolotlán
  • Tenamaxtlán
  • Tonaya
  • Tuxcacuesco
  • Unión de Tula

Región I Guadalajara: 501 enfermos.

Municipios

Guadalajara

VOZ DEL EXPERTO

Alejandro Peregrina, investigador del Centro universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI).

El Gobierno debe esforzarse más

Aunque hay algunos esfuerzos por parte de las instituciones gubernamentales involucradas en la siembra y cosecha de alimentos, son insuficientes, pues necesitan hacer más.

“En las secretarías gubernamentales sí se han dedicado a tratar de convencer que ya no lo usen, creo que necesitan hacer más.

Sólo dan la información o dicen lo que siempre han dicho, como que los envases no los tiren o reúsen, que ellos los recogen.

También cómo usar el producto porque hay quienes no lo ven peligroso”.

Señaló que a falta de acciones por parte del gobierno, la UdeG a través de proyectos con el CIESAS, trabajan con los productores para ofrecer alternativas más orgánicas.

“Se pueden repeler con plaguicidas naturales, hay plantas y extractos de plantas que sirven como repelentes para cada tipo de insectos. Los productores pueden decir que no actúa igual de rápido que el químico, y es cierto, pero debe haber una transición en lo que se le da tiempo a estas plantas de hacer su tarea”.

Otra de las razones por las que es difícil que los productores cambien los químicos es por el dinero. “El costo es más barato. Un litro de glifosato cuesta 80 pesos, es muy barato, y los otros cuestan casi el doble. Si yo fuera productor busco que me rinda. En Tamazula, por ejemplo, les decíamos que entendemos que viven al día pero el día que el monocultivo se acabe los nutrientes de la tierra y ya no dé, el productor (de las frutas o verduras que cosechan) se irá a otro lado y a ellos les quedará la enfermedad”, dijo.

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MQ