México | LA SOPA POR IVABELLE ARROYO Quemada con alcohol y un cerillo Las cifras crecen, las normas se modifican y los políticos buscan que se tipifique el feminicidio desde el Congreso de Jalisco y en la Asamblea Legislativa del DF Por: EL INFORMADOR 9 de marzo de 2011 - 03:39 hs Ivabelle Arroyo. / Las cifras ya no dicen nada y los mensajes institucionales hace mucho que dejaron de escucharse, por eso hay que contar la historia de la mujer que recibió un machetazo en la mano porque el señor de la tienda la volteó a ver. Por eso hay que narrar el horror de la chica que recibió un baño de alcohol en la cara y luego vio el cerillo en la mano de su marido. Pero empecemos por el principio. En el día de la mujer, los gobiernos aprovechan para hacer un recuento de las normas impulsadas, las políticas públicas con las que cuentan y el dinero destinado a los institutos creados para la mujer. Los medios, por su parte, hacen recuento de datos: cuántas muertas en Chihuahua (más en un año que en los cinco anteriores), cuántas golpeadas en Jalisco (60%), cuántas adolescentes madres que dejan la escuela en el DF (una tercera parte), cuántas que guardan silencio en el país (85 por ciento). Las cifras crecen, las normas se modifican y los políticos buscan que se tipifique el feminicidio desde el Congreso de Jalisco y en la Asamblea Legislativa del DF. Y sin embargo, en muchos sectores de la población mexicana todavía hay hombres que no ven en la mujer a una persona. Animales de pelo largo e ideas cortas, les llamaba Schopenhauer, pero ya llovió un diluvio desde entonces, y el reconocimiento a las mujeres como seres humanos de plenos derechos hace mucho que se instaló en Occidente. Lo malo es que no todos lo han entendido y muchos hemos creído, equivocadamente y por culpa de un feminismo radical y torcido, que el tema ya estaba superado. Pero no, no es así en miles de casas mexicanas. Por eso es de aplaudirse el trabajo que realiza para contar las historias una chica que lleva una exposición terrorífica a distintos lugares en el país. Ni modo, los creadores son siempre los que mejor lo entienden. Ella, Lorena Wolffer, es una activista que expone 47 historias de amas de casa a través de los objetos de sus pesadillas: cuchillos, celulares, almohadas, monedas y cadenas dan cuenta del horror que se vive detrás de muchas puertas. Wolffer juntó 47 testimonios y los va mostrando con los respectivos objetos: el machete con el que un desquiciado cercenó la mano de su mujer, un bote de saliva que representa los litros que le escupieron en la cara, durante años a una chica, una daga, un martillo, una acta de la Procuraduría que no sirvió para nada. “Mejor te mato para que no seas para nadie, ¿ya viste cómo te estaba viendo ese señor?”. ¿Parece una locura? Lo es. Y se vive en todo el país, en donde las mujeres todavía no dejan de ser cosas. Temas Rotonda La sopa Lee También Cruz de Plazas, emblema de la identidad jalisciense Reconocen a Guadalajara como Ciudad del Árbol del Mundo por quinto año consecutivo Jalisco celebra su herencia cultural con concierto especial en el Teatro Degollado Estas son las rutas alternas en Guadalajara por la marcha del 8M Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones