Panistas perfilan camino para liberar reformas

CIUDAD DE MÉXICO (04/ABR/2013).- En el Partido Acción Nacional (PAN), ya se perfilan posibles caminos para destrabar la polémica desatada por la cancelación de la XVII Asamblea Nacional Extraordinaria y el congelamiento de las reformas estatutarias aprobadas el mes pasado.

La pretensión es que la renovación de la dirigencia nacional (prevista para diciembre) se haga conforme a los estatutos vigentes, es decir, el Consejo Nacional designe al sustituto de Gustavo Madero. En dos años más se aplicaría el mecanismo de voto directo de la militancia.

Esta posible solución podría tener el aval de la militancia, pues no sólo se evitaría una división, sino que impediría posibles desvío de recursos hacia un candidato.

Una de las alternativas que discutiría el Comité Ejecutivo Nacional —en la sesión del lunes próximo— es cancelar definitivamente la XVII Asamblea y citar para una nueva (la XVIII) a la brevedad posible y esto lo hará con base en el estudio que entreguen la Secretaría General y el área jurídica del partido.

Al respecto, Raúl Paredes, vocero de Panistas en Causa, advirtió que la cúpula panista tiene que sacar una definición el lunes, pues de lo contrario se podría perfilar una oleada de impugnaciones al proceso de renovación, principalmente al impedimento para terminar los trabajos de la Asamblea Nacional Extraordinaria.

Por su parte, los ex gobernadores Ernesto Ruffo, Carlos Medina Plascencia, Alberto Cárdenas, Fernando Canales Clariond, Fernando Elizondo y Francisco Barrios formaron un grupo para contrarrestar los intereses de los calderonistas y maderistas en el PAN.

Se reunieron cerca de la sede del Senado, excepto Barrios, quien se encuentra en Canadá.

El senador Ernesto Ruffo, de Baja California declaró que buscan recuperar al PAN, pues están “muy preocupados por el futuro del partido”.

“Queremos apartarnos del debate interno de los intereses por el poder, o sea de quién va a integrar la dirigencia y sabe con qué propósitos. Nosotros lo que queremos es de que se respeten la institución, los estatutos, la soberanía de la Asamblea y que prevalezca la convicción ciudadana”.

Con información de El Economista