Ni con la SEP estará fácil

Ayer salieron de las oficinas de la SEP, en el Centro de la Ciudad de México, el rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Marco Antonio Cortés Guardado, y el rector del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas, Tonatiuh Bravo Padilla. Salieron con la promesa de una mediación: una mesa de diálogo en la que participan la UdeG, el Gobierno de Jalisco y el Gobierno federal. La verdad es que, con la participación de la Secretaría federal, avanzan un palmo, pero aún hay una enorme distancia entre los actores.

Para empezar, entraron por distintas puertas y a distintas horas. Eso puede sonar irrelevante, pero no lo es. El gobernador Emilio González Márquez llegó con anticipación, acompañado de Fernando Guzmán y de Antonio Gloria. A la hora de la cita, llegaron Cortés Guardador y Bravo Padilla. A la salida, casi 90 minutos después, volvieron a irse por puertas distintas. Eso dice algo.

Sin embargo, el hecho de que Alonso Lujambio convoque a una mesa de diálogo es una buena señal. Ya hay un tercero en la mesa y es posible buscar esquemas que permitan no sólo acercamientos entre las dos partes, sino salida de dinero de una arca a la otra. El propio Cortés Guardado lo dijo ayer a la salida: “No pretendemos meter en un brete al Gobierno del Estado; podemos encontrar esquemas con imaginación”.

Pero hay enormes desentendidos. El secretario de Finanzas dice que no hay recursos para cumplir con el dinero prometido a la UdeG, y además afirma que al prometerlo pusieron una cláusula que salva al Gobierno de cualquier embrollo, si se quedan secas las arcas públicas.

Pero del otro lado hay gente que le sabe. El propio Tonatiuh Bravo Padilla, que puede ser uno de los hombres con más conocimientos de economía y finanzas públicas de la UdeG, afirma que hay un monto adicional en el presupuesto del Estado que es más de 10 veces superior a lo que se le debe a la UdeG. Pues qué pues. Ahora falta la explicación gubernamental: en qué lo están usando que llevaba prioridad.

No se ve fácil la resolución del conflicto. Por lo pronto las marchas diarias seguirán y la llave del dinero estatal sigue cerrada, y para complicar el escenario, la discusión por los recursos para el próximo año ya comenzó. Ayer, el rector general estuvo no sólo en las oficinas de Lujambio, sino también con los diputados para gestionar los pesos para el próximo año. No está fácil y el escenario se ve cerrado. El propio Bravo Padilla advirtió que habrá que buscar nuevos esquemas de captación fiscal para obtener recursos, pero a la educación superior no se le debe recortar ni un peso. Y ¿quién va a discutir eso? No importa de qué lado se pare uno ni quién dirija las universidades. ¿Quién va a decir que no tiene razón?

Híjole, la cosa no va a estar fácil.