Sábado, 04 de Mayo 2024
México | LIBRE DIRECTO POR JAIME GARCÍA ELÍAS

— “Caras vemos...”

Si la mayoría de los candidatos a la Presidencia de la República, en México, fueran mujeres, los criterios determinantes de la elección serían los mismos que aplican para los concursos de belleza: simpatía y desenvoltura

Por: EL INFORMADOR

Jaime García Elías.  /

Jaime García Elías. /

Si la mayoría de los candidatos a la Presidencia de la República, en México, fueran mujeres, los criterios determinantes de la elección serían, en lo esencial, los mismos que aplican para los concursos de belleza: simpatía y desenvoltura, desde luego. Pero, por sobre todas las cosas... busto, cintura y caderas.
Ahora bien (mejor dicho: ahora mal): como la tradición ordena que la mayoría de los candidatos sean hombres, quizá deba inferirse que el voto femenino será el decisivo, y que los atributos más apreciables de los aspirantes —su capital político, pues— serían, como en la hipótesis precedente, más de carácter físico que intelectual.

*

Es del dominio público que quizá los personajes más importantes en la corte de los aspirantes a “El Gordo” en la sexenal Lotería de la Política, sean los asesores de imagen: los encargados de cuidar el vestuario, de pulir la dicción, de depurar el léxico, de ensayar la sonrisa y de corregir, incluso, al efecto de hacerlos más atractivos a los ojos de los electores, detalles más propios de una caricatura que de un retrato, como —verbigracia— la melena de Colosio, los anteojos de Zedillo o las canas de Fox...
Después de todo, sigue siendo cierto que para el mexicano común, tan poco ilustrado, tan apático para estos menesteres —por el “asquito” que, vía de regla, le causa la política—, tan despreocupado de llegar a la jornada electoral con una decisión tomada en función de un análisis serio del curriculum vitae de los candidatos, de los méritos acumulados por ellos y el prestigio ganado a lo largo de su carrera; de sus atributos intelectuales, y, sobre todo, de la viabilidad de sus propuestas, el “voto razonado” se apoya en elementos de juicio tan “sólidos” como la intuición, las “latidas”, las corazonadas y las apariencias.

*

Así como reparaban los analistas en que para la elección celebrada el domingo en Perú, sobresalió la guerra de frivolidades en que se enfrascaron los candidatos —decididos a ganar los comicios como se gana la permanencia en un “reality show”—, en el caso de México (antes, incluso, de que se destapen formalmente y se vuelvan aspirantes propiamente dichos los que por ahora son simples “suspirantes”) es previsible que las “guerras de lodo”, con calumnias a guisa de misiles y con ironías a guisa de torpedos, terminen por inclinar la voluntad de los electores...
No, como se quisiera, a favor de “el mejor” (¿cómo distinguirlo?; ¿cómo preferirlo?; ¿cómo saber, siquiera, que es simplemente bueno, apto y competente para merecer que se le haya incluido en la contienda?...).
Sí, por desgracia, a favor de “el menos malo”.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones