En la metrópoli son cada vez menos las vecindades. Pese a ello, aún hay algunas que sobreviven al paso del tiempo y también a la expansión de las casas en zonas periféricas ubicadas en Zapopan, Tonalá, Tlajomulco o Tlaquepaque. Se mantienen de pie junto con inquilinos que tienen toda su vida en estos núcleos habitacionales y forman parte de la evolución de la ciudad.Un ejemplo es la que se encuentra en Dionisio Rodríguez 321. De frente parece una casa normal, de tres pisos, pero al ingresar no lo es. En la entrada, al subir unas escaleras, se encuentra el cuarto de Alicia, una mujer de 82 años que vive ahí desde los 14, cuando su familia se mudó a Guadalajara.Abajo, el pasillo largo conduce a otras casas, pero antes hay que pasar por una barbería adaptada para que Karim, de los habitantes más jóvenes, pueda cortar el pelo a sus clientes. Después hay más cuartos, donde vive su familia: papás y hermana.Karim se enseñó a cortar el pelo a los 14 años sólo, luego trabajó en una barbería, pero al ver que era poco lo que le pagaban, su mamá, Irma Dávalos decidió adaptar un espacio en el pasillo para que ahí lo pudiera hacer.Irma vive ahí desde hace 54 años. Ella, como Alicia, llegó porque sus papás se mudaron de otro Estado, y se quedó. Ahora vive también su hija, su yerno y sus nietas. “Aquí es bien tranquilo. Vive casi pura familia y vecinas de años”.Otro ejemplo es la que vecindad que se encuentra en Juan Díaz Covarrubias. Su dueño vive ahí desde que nació, hace 65 años. Mientras que Luis González tiene apenas un mes en el lugar y se cambió por la cercanía con su trabajo.Entre los vecinos conocen algunas vecindades y privadas que, aunque eran habitadas, ahora son estacionamientos. Mientras que las que se conservan guardan la historia de una ciudad cambiante y que poco a poco se llena más de edificios o se expande hacia Zapopan, Tonalá, Tlaquepaque o Tlajomulco.La investigadora del Departamento de Salud y Población, de la Universidad de Guadalajara, María Ana Valle Barbosa, afirmó que los orígenes de las vecindades en nuestra ciudad podrían remontarse a las estancias que fray Antonio Alcalde construyó a finales del siglo XVIII para albergar a los parientes que venían a visitar a los enfermos recluidos en el Hospital Civil.TESTIMONIOA los 14 años, Alicia López y su familia llegaron a la vecindad ubicada en Dionisio Rodríguez. Desde que llegó, junto a sus padres y seis hermanos, se instalaron en el primer cuarto subiendo las escaleras. Entonces, pagaban 30 centavos de renta. Hoy, aunque la dueña no le quiere cobrar, le da 600 pesos al mes.Ella nació en San Luis Potosí, pero su padre era militar y tenían que moverse de un Estado a otro. Finalmente se establecieron en Guadalajara, ciudad de origen de su papá, y desde entonces ha vivido en el mismo lugar. El pasado lunes 21 de febrero cumplió 82 años.Sentada en un sillón a lado de una ventana que da a la calle, Alicia recuerda que cuando se mudaron Guadalajara era una ciudad tranquila, por San Juan de Dios corría un río y aunque ahora es mercado antes eran solamente había vendedores ambulantes.“Cuando llegué yo esperaba ver, como en las películas, a los hombres vestidos de charros y a las mujeres de ‘china poblana’ y nada, pero aquí era muy tranquilo. Uno se podía ir a pasear al Parque Alcalde, a las nieves del Parque Morelos y Guadalajara llegaba hasta San Andrés”, compartió.En la privada de fachada verde menta y que aparenta ser una casa normal, Alicia tuvo a sus seis hijos. Aunque se fue por un tiempo, cuando se casó a los 20, regresó cuatro años después al dejar a su esposo. Nunca se volvió a ir.Al entrar, se encuentra un espacio que une recámara, sala, comedor y cocina. Atrás un cuarto más y el baño y patio individual. Alicia vive hoy con Yuki, su perro chihuahua, y con Pancha, un loro atolero que tiene su casa junto a la ventana y grita a quien pasa. Sin embargo, sus hijos la visitan todos los días.Desde sus ventanas que cubre con puertitas color moradas, Alicia ha visto cambiar la ciudad. Vio cuando la vecindad de enfrente se transformó en un estacionamiento, y cómo uno de los mejores barrios fue cambiado por la delincuencia; el lugar donde vive desde hace 68 años se ha ido deteriorando, pero sus habitantes la mantienen firme.HISTORIA DE FAMILIAEn la misma vecindad que habita Alicia, a quien el resto de los habitantes le llama “abuelita”, vive Irma Dávalos desde hace 54 años.Al inicio residía con sus papás y sus hermanos, cuando llegaron de Matamoros, Tamaulipas. Pero ahora habita con su esposo, hijos y nietos. Prácticamente todos los vecinos son familia y, quienes no, como si lo fueran, pues se conocen desde siempre.“Aquí es bien tranquilo. Somos casi pura familia que vivimos aquí desde toda la vida. Cuando llegamos pagaban como 2.50 pesos, hoy pagamos dos mil 500 de renta. Antes eran centavos y pesos, hoy son miles”, comparte. Karim es el más chico de sus hijos. Tiene 19 años y se dedica a la barbería.La fachada de la privada tiene un letrero carcomido por el sol en el que se alcanza a leer “Barbería”, justo arriba de uno más en el que dice “Tacos”. Tras cruzar una puerta negra de metal, el pasillo largo conduce a un espacio adaptado a la mitad donde Karim corta el pelo.Hace cinco años que lo hace, se enseñó sólo, usando a sus compañeros de secundaria como “conejillos de indias” para practicar. Un tiempo trabajó en una barbería establecida, pero por lo poco que le daban, su mamá decidió arreglar el espacio en la vecindad para que ahí atendiera a sus clientes.“Aquí crecí. La verdad me gustaría seguir viviendo aquí porque estoy muy a gusto, más porque tengo aquí mi lugar de trabajo, ya me conocen y estoy aclientado. Siempre ha estado igual (el lugar)”, cuenta Karim.“Solo ha aumentado la inseguridad, además por aquí ya son casi puros negocios, casas ya casi no hay. Sí ha cambiado la ciudad, sobre todo por eso. Y por dentro le damos mantenimiento los mismos vecinos”, añade Irma.Cerca del cruce de Juan Díaz Covarrubias y Josefa Ortíz de Domínguez, a tan solo a media cuadra, existe una privada con fachada amarilla en la que creció Pedro, su dueño.“La calle ha cambiado poco, como las fachadas y casas, a lo mejor el pavimento pero no muy bien porque las calles están mal. Pero adentro, los vecinos, cambian cada cierto tiempo, el que más se ha quedado ha sido cuatro o cinco años”, comparte Pedro.Un pasillo largo y blanco da entrada al lugar detrás de la puerta de metal. Es en uno de los cuartos que se asoman a los lados en el que hace un mes habita Luis González.Luis se cambió al lugar por la accesibilidad tanto económica como a su lugar de trabajo, pues antes vivía en La Mesa Colorada, Zapopan, pero su trabajo se encuentra por el Centro.“Todo está más cerca. Está privada me llamó la atención porque aquí es tranquilo y céntrico. Además trabajo en una obra cerca de aquí”, detalla.El tema de la renta ha afectado a distintos sectores de la población. Durante la pandemia se dificultó el pago de la renta a los integrantes de 195 mil hogares en Jalisco, de un total de 604 mil casas arrendadas en la Entidad; es decir, tres de cada 10.Lo anterior, según datos de la Encuesta Nacional de Vivienda 2020, en la cual Jalisco se ubicó en segundo lugar a nivel nacional con el mayor número de hogares que tuvieron dificultad económica para pagar la renta y los créditos hipotecarios, que en total suman 307 mil 463 viviendas. Esto debido a los problemas de desempleo y la reducción de los ingresos.LA VOZ DEL EXPERTOGuillermina González Ortega, estudiante de la maestría en Ciencias de la Arquitectura de la Universidad de Guadalajara.Guillermina González Ortega, estudiante de la maestría en Ciencias de la Arquitectura en la Universidad de Guadalajara, comparte que, según datos del Ayuntamiento tapatío, hasta 2019 había 448 vecindades.Inicialmente, Fray Antonio Alcalde trajo el modelo a Guadalajara para albergar a las familias de los enfermos del Hospital Civil. Sin embargo, estas siempre se han visto para la clase baja, pues anteriormente todos compartían los servicios, incluso de baños y regaderas, y vivían hasta ocho personas por cuarto. En 1953, por ejemplo, había mil 326 viviendas de este tipo.Resalta que, aunque el modelo ha evolucionado a multifamiliares o cuartos de estudiantes, se “debe hacer conciencia de este modelo de vivienda y a las autoridades reconocerlas como vivienda popular tradicional e impulsar un reconocimiento ya que es un modelo primigenio para los multifamiliares”.Recientemente, Guadalajara dio a conocer que en el municipio hay 45 mil viviendas deshabitadas. Y el Centro Histórico es la zona donde más se padece esta problemática, con 380 fincas en esta situación, indica Rafael Orendain Parra, coordinador de Proyectos Estratégicos del Ayuntamiento.Explica que no necesariamente son espacios abandonados, sino que es una mezcla de inventario nuevo disponible o fincas viejas, por lo que la estrategia es repoblar ese perímetro con opciones atractivas para los habitantes. TELÓN DE FONDOEste medio publicó que hace una década la vecindad más antigua que tiene registrada el Ayuntamiento de Guadalajara estaba localizada en la calle Durazno 1376, en la colonia Cruz del Sur, la cual lucía desolada.Un pasillo tétrico ahuyentaba a los extraños. Se ventilaba un olor humedad al entrar y en el techo se observaban unas cuantas telarañas. Al final de éste, la imagen de la Virgen de Guadalupe estaba acompañada de varios floreros y luminarias.A raíz del fallecimiento del dueño del vecindario, sus ocupantes no habían podido conservar en buen estado las instalaciones. En ese entonces, el ayuntamiento de Guadalajara identificó a ésta vecindad como la más antigua, tanto, que no pudieron precisar su fecha de construcción.Por otro lado, hay habitantes que padecen por la proliferación de viviendas reducidas. En Jalisco hay 278 mil 768 viviendas con menos de 45 metros cuadrados de construcción.Estos inmuebles, que por su tamaño tan reducido son conocidos como “casas huevito”, representan 12 de cada 100 fincas en la Entidad. El dato referido fue arrojado por la Encuesta Nacional de Vivienda (ENVI) 2020, que fue elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit).El ejercicio también destacó que 31.8% de las viviendas en el Estado tienen de 46 a 75 metros cuadrados; 20.5% de 74 a 100 y sólo 16.6% rebasa los 105.En la revisión de los problemas estructurales de los inmuebles, se resaltó que en 625 mil 589 casos se manifestó la existencia de grietas o cuarteaduras en techos o paredes.Además, en 230 mil 213 se detectaron deformaciones en marcos de puertas y ventanas y en 226 mil 860 se registraron levantamientos o hundimientos en el piso.La humedad o filtraciones de agua en cimientos, muros o techos fue la problemática más señalada: se documentó en 876 mil 100 fincas.En julio de 2021, el Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco (IIEG) informó que el precio promedio de la vivienda en el área metropolitana era de 21 mil 048 pesos al mes.“La información podría contener viviendas duplicadas si una propiedad se reportó en venta en más de una plataforma. Es posible identificarlas a través del precio, características y colonia para evitar contabilizarla más de una vez”, reportó el IIEG.El elevado costo en compra y renta de vivienda en la Entidad es uno de los desafíos que se deben vencer desde todos los niveles de Gobierno, recalcó previamente a este medio Luis Águila Flores, profesor del Departamento de Proyectos Urbanísticos de la Universidad de Guadalajara (UdeG).Dijo que, por ejemplo, los Ayuntamientos pueden ofrecer incentivos para que se desarrollen algunas zonas del municipio y garantizar los servicios públicos.Explicó que hay municipios que sí han implementado algunos programas de apoyo con recursos propios, pero la mayoría accede a los programas federales destinados para este fin. Y una de las instituciones es el Infonavit. “Se tiene que implementar una estrategia entre los distintos niveles de Gobierno para lograr que la vivienda en las principales ciudades de la Entidad sea más barata, porque el precio del suelo es caro. Eso se logrará ya sea con subsidios o condonaciones de pagos de licencias de construcción”.Agregó que también se podrían implementar los apoyos directos al pago de la renta. “Es necesario voltear a ver otras opciones para ofrecer vivienda y que no sea únicamente la compra (de inmuebles)”.ANÁLISISLa Zona Metropolitana de Guadalajara registró un incremento a tasa anual de 8.7% en el cuarto trimestre de 2021, aunque menor a la variación registrada en el trimestre anterior de 9.7 por ciento, de acuerdo con la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), que publica el Índice de Precios de la Vivienda por zona metropolitana, entidad federativa y municipios seleccionados, con lo cual se puede calcular el aumento o disminución del precio de las viviendas.La SHF publicó el índice de precios para 69 municipios seleccionados en su muestra. San Pedro Tlaquepaque registró un crecimiento de los precios de las viviendas de 9.0% a tasa anual, menor a la del trimestre anterior cuando registró 9.9%, ubicándose en el lugar 27 a nivel nacional.Zapopan registró una tasa anual de 8.9%, menor que el trimestre anterior la cual fue de 9.9% y se coloca en el puesto 28 a nivel nacional. Finalmente, Tlajomulco de Zúñiga registró un crecimiento anual en los precios de 8.6%, variación menor a la del trimestre anterior cuando se reportó una variación anual de 9.6%, y se ubicó en el lugar 32 de los municipios seleccionados.Con respecto a la información por entidad federativa, en el cuarto trimestre de 2021 Jalisco registró una variación de 8.8% respecto al mismo trimestre del año anterior, lo que coloca a la Entidad en el decimotercer lugar a nivel nacional en el crecimiento de los precios de vivienda, quedando en el mismo puesto del trimestre anterior.La Zona Metropolitana del Valle de México registró un aumento anual de los precios de la vivienda de 7.1% en el cuarto trimestre de 2021, y la Zona Metropolitana de Monterrey de 8.4%. A nivel nacional la variación trimestral a tasa anual fue de 8.5%, menor que el trimestre anterior.A cinco meses de anunciarse que en Jalisco se ofertarán 735 viviendas a bajo costo, tras ser recuperadas por el Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit), ya se vendieron 139. A través del programa “Renovación a tu medida”, el organismo permite a los trabajadores acceder a viviendas baratas que podrán ser remodeladas con la adquisición de un crédito del Infonavit.Tras darse a conocer el plan, se recibieron 400 solicitudes. Los precios van de los 230 mil hasta los 550 mil pesos. “Realmente están muy accesibles, por eso se tuvo mucha demanda. Las primeras se adquirieron rápido: fueron esas 139. En los dos primeros meses se habían colocado 28 inmuebles”, indica el delegado del Infonavit en Jalisco, Ramón Gómez Armentia, quien informó que la salida al mercado de estas casas es de manera paulatina porque se debe revisar que se encuentren en buenas condiciones. “No las ofreceremos a los trabajadores cuando tengan alguna afectación estructural”, dijo.¿Qué opina del modelo habitacional de las vecindades?Participa en Twitter en el debate del día @informador
