Sábado, 04 de Mayo 2024
Ambiente. Relajado y casual. ESPECIAL
Entretenimiento

La diferencia lo hace todo

En Robata te esperan unas suculentas brochetas al carbón y más especialidades de la casa

Gastrónomo Callejero

Tenía ganas de ir a Robata y por una u otra razón no había podido. Es esta nueva propuesta de Grupo MyT; sí, aquel que conocimos con su restaurante Moshi Moshi en Andares y que próximamente nos deleitará con La Imperial en Midtown, de la que comentaremos una vez que esté en funcionamiento.

Pues bien, en Robata, que significa horno de carbón, y es precisamente la propuesta que ofrecen en la carta, hay brochetas al carbón como la especialidad de la casa.

El lugar atrapa, al entrar tiene un par de mesas redondas grandes que destacan y otras de cuatro y para dos personas que llenan en lugar, y en donde la cocina abierta te mete en cada platillo que de ahí sale, al fondo una gran cantina llena de botellas con todo tipo de bebidas, resaltando las japonesas. La decoración es industrial light, que en combinación con el mobiliario hace muy cálida la estancia con una música electro chill que se antoja para pasar la tarde con los amigos.

Nuestro mesero, Daniel, nos sugirió de entrada un sashimi de shiromi $145, que significa de carne blanca, que ojalá hubiera estado bueno el maldito, estuvo excelso. De delicado sabor alimonado, en una salsa de ponzu, que es elaborada con vino de arroz llamado mirin, cítricos, soya y vinagre acompañado de arare que es arroz inflado pero en una presentación de pequeñas perlas y brotes de shiso.

Ordenamos dos platillos más: Robatayaki bowl, $245, que es un platillo que viene con arroz de base y tres brochetas a escoger, elegimos: brocheta de coliflor spicy Robata, que sirven en el punto justo donde la coliflor está cocida sin haber perdido el crujiente que la caracteriza y con un lejano picor que casi no se nota, pero disfrutas desde el inicio. Camarones okura yuzu kosho & sriracha que venían acompañados con okra, que es este fruto africano que nunca había probado y que me sorprendió verlo y saborearlo, sabe a calabacita sin lo acuoso, ¡buena de verdad!

Delicia. Shrimp & Soba Bowl. ESPECIAL

La última brocheta fue de filete choice yuzu kosho que venían en dos varitas. Todo acompañado por una cama de arroz integral que venía en su punto. Es este arroz que no siempre queda bien ya que su cocción lleva más tiempo y no en todos los restaurantes les queda en su punto, aquí sí les quedó.

El segundo platillo fue shrimp & soba bowl, que es un platillo fresco, la pasta viene mezclada con tahini, que es esta pasta de ajonjolí, que le da una explosión de sabor. Lo acompañan con cebollín, alga nori, pepino y rábano, a pesar del buen sabor creo que demerita un poco que vengan cuatro camarones; sí, de buen tamaño pero cuatro se ve un poco pobre el plato, y repito estaba bueno, pero quizá un esfuerzo y un par más hubiera estado de lujo.

Algo que noté es que, a pesar de tener charolas de servicio, los meseros no las usan y siento que es mucho más profesional llegar con el platillo en la mano que andar buscando donde poner el tripie para poner una charola que lleva un solo plato.

¡Hasta aquí mi reporte, Joaquín!

¡Sé feliz!

Toma nota

  • Comida - 5
  • Ambiente - 5
  • Lugar - 5
Gastrónomo Callejero. @Superchofo