El Estado certificará nuevas contrataciones de Bioparques

GUADALAJARA, JALISCO (25/ENE/2014).- Recibió sanciones económicas, serias reprimendas por parte de la Secretaría del Trabajo y un señalamiento aún mayor por parte de la opinión pública. Pero la empresa Bioparques de Occidente, que según se ventiló en junio pasado mantenía a 275 trabajadores en condición de esclavitud en el municipio de Tolimán, busca enmendar la plana.

Lejos de alejarse y desaparecer, la propia firma buscó asistencia en la Secretaría que antes le impuso sanciones por 8.6 millones de pesos, tras corroborarse falta de seguridad e higiene para sus trabajadores. Ahora busca que ambas partes firmen un convenio de colaboración.

Y así ocurrirá. Según el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en Jalisco, Eduardo Almaguer, la semana entrante se concretará el acuerdo que facultará a la dependencia estatal a certificar las futuras contrataciones que la empresa haga.

“Terminó la visita del director de Previsión Social y del director de Vinculación Laboral”, dijo, para después confirmar que la propia instancia gubernamental se encargará de los contratos, sin importar que haya jornaleros agrícolas de otras partes de la República.

El acuerdo funcionará de la siguiente forma: si Bioparques de Occidente solicita personal, la Secretaría del Trabajo coordinará con dependencias homólogas de otras Entidades (sólo en el caso que sea requerido) y se encargará del traslado de los aspirantes. Ya en Jalisco se verificará que los contratos tengan “todas las prestaciones y seguridad social que les corresponda”.

Desde la óptica del secretario estatal, esta decisión ha sido un acierto de la compañía. “Fue señalada, sancionada, castigada, y ahora toma la decisión de reconocer e involucrarse en los temas de respeto a los derechos laborales (...) Ellos se acercaron con nosotros”.

Así, los contratos que se hagan a partir del 15 de febrero (esa es la fecha trazada) deberán contar con el visto bueno de la Secretaría del Trabajo local, lo que implicará que haya seguridad social en cada uno de los empleos generados.

La investigación contra Bioparques comenzó en junio del año pasado, cuando una familia que trabajaba en Tolimán “escapó” (los capataces les impedían salir) y denunció ante la Fiscalía del Estado. Al llegar, las autoridades constataron que más de 275 personas vivían hacinadas en espacios reducidos y repletos de chinches.  

El operativo ventiló jornadas extenuantes de trabajo (de 14 horas), comida consistente en sopa y agua, y un salario máximo de 100 pesos por día, sólo al cubrir cuotas grandes de trabajo (aunque con descuentos en casos excepcionales, por ejemplo, en la entrega de medicinas a trabajadores o familiares que enfermaran).

EL DATO
Explotados

En junio del año pasado fueron rescatados 275 jornaleros que eran explotados en Tolimán. Las autoridades encontraron a los campesinos en condiciones infrahumanas, viviendo en habitaciones de 16 metros cuadrados que eran utilizadas por miembros de tres familias.

Sólo siete de cada 100 trabajadores del campo tienen prestaciones

La situación en que trabajan los empleados del campo es adversa. Poco es su conocimiento sobre la necesidad de exigirle al patrón que les dé prestaciones y los incorpore al sistema de seguridad social. Por eso, son apenas siete de cada 100 los jornaleros jaliscienses que se encuentran en la base de datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

El panorama era aún peor: ningún empleado del campo recibía prestaciones antes de 2013. De acuerdo con el secretario del Trabajo en Jalisco, Eduardo Almaguer, apenas se ha logrado concretar acuerdos para que siete mil 200 de los 100 mil jornaleros que calculan en la Entidad estén laboralmente protegidos.

Jalisco, además, es “pionero” en este tema. Pese al escaso porcentaje, sólo esta Entidad Federativa, presume, ha logrado que los patrones del campo regularicen a su gente. “No había nada, no existía. Estamos iniciando en ese proceso y somos pioneros a nivel nacional, efectivamente. Porque nosotros ya iniciamos, ya llevamos meses trabajando. Y a nivel nacional se está iniciando esa concientización”.

El funcionario considera que el panorama actual es  “delicado”, toda vez que los mismos empleados se rehúsan a ser parte del padrón de trabajadores formales. Incluso, recuerda las incursiones de la dependencia en las distintas zonas rurales de la Entidad, y la “molestia” e “inconformidad” de los jornaleros agrícolas al aplicar revisiones, apercibimientos y multas por omisiones a sus patrones. “Decían que no los dejábamos trabajar”.

Tampoco reconocen las bondades de contar con una pensión que les asista luego de concluir su periodo laboral. Por estas razones, la dependencia se acerca a los núcleos de trabajo para hablarles, también, del seguro a trabajadores y patrones del campo, del subsidio que aplica el Gobierno federal y las prestaciones de maternidad y guardería, “incluso desde su lugar de origen”. Esto último para los trabajadores de otras entidades.

De marzo a diciembre de 2013, destaca Eduardo Almaguer, se concretó la formalización de 36 mil trabajadores en todo Jalisco, incluyendo los siete mil 200 jornaleros.