Confusión y calor destacan en evacuación en escuelas

GUADALAJARA, JALISCO (20/SEP/2011).- Pobres. A los niños de la escuela Urbana 109 no les dijeron que hoy había simulacro. Pero tampoco a sus profesores y mucho menos a la gente que atiende la cooperativa. Dice su director, Juan Ramón Morales Madrigal, que hasta hoy a las ocho de la mañana, a dos horas del simulacro del turno matutino, nadie le había dicho nada. Él se enteró pero por las noticias y hasta que le dijeron de la Secretaria de Educación Jalisco que habría que hacerlo.

Son las 15:45 de la tarde, no ha llovido en Guadalajara y no se ven nubes en el cielo. El Sol quema y el termómetro marca los 25 grados. El profesor de deportes, Juan Pablo Sánchez, toma el micrófono para dar instrucciones. “Niños, vamos a hacer dos toques, uno para que sepan dónde acomodarse y el otro para hacer el simulacro en serio”, se escucha en las bocinas en la Escuela Anexa a la Normal de Jalisco, ubicada sobre la Avenida Alcalde y Maestros.

Suena el primer timbre. Niños corriendo, maestras malhumoradas, niñas poniendo cara de ¿y ahora qué? Todos tapándose como pueden del Sol para tratar de evitar el sudor, con las manos, con cuadernos, con sus suéteres. Los tres salones de la escuela del (Consejo Estatal para el Fomento Deportivo y el Apoyo a la Juventud) CODE, que desde hace un par de meses llegaron a esta escuela, toman el lugar que les asignan entre grupos que no rebasan los 35 alumnos.

El director del plantel dijo que ayer por la mañana desalojaron durante el simulacro a 800 niños de sus salones “sin contratiempos” en 100 segundos, cosa maravillosa en un plantel que en los últimos cuatro años nunca había hecho otro simulacro de esta índole. Pero si decir “sin contratiempos” quiere decir ver a niños ensayar antes del simulacro oficial, quizá tenga razón.

Han pasado 70 segundos desde que sonó la campana por segunda ocasión, el segundo timbre, el del simulacro oficial; y los niños se están derritiendo en el patio. Los últimos ya no corren, llegan porque tienen que llegar. En el patio los niños tienen sus caras con sudor y uno que otro que empieza a reclamar dolores de cabeza, el simulacro parece ser incómodo. Las maestras piden con la cara pero no con las palabras que esto se acabe porque no quieren sustos.

Pero entonces el profe Juan Pablo toma de nuevo el micrófono para decir que esto es una cosa seria, que en el momento de evacuar hay que hacerlo lo más rápido posible. ¿Y saben por qué hicimos este simulacro? Pregunta el docente con un cronómetro en la mano. “Para salvar nuestras vidas”, le contesta un niño de tercero que no para de sudar.

Guía

Simulación de catástrofes

¿Qué es un simulacro?
Es una situación de urgencia simulada para evaluar la capacidad de respuesta ante un evento catastrófico. Colocan a la población en riesgo en condiciones lo más parecidas posibles a las calculadas en el evento al que se es vulnerable.

¿Por qué en el Estado se realizan estas simulaciones?
Jalisco es una Entidad vulnerable a sismos y tiene la cercanía de un volcán, largos kilómetros carreteros, almacenes de químicos; además es un Estado propenso a los incendios urbanos y forestales. A esto se suman eventos masivos, como la Romería y los Festejos Patrios, entre otros. Por ello, desde hace tres años, la Unidad de Protección Civil y Bomberos de Jalisco realiza dos macrosimulacros al año.

¿Por qué se realiza el 19 de septiembre?
Los dos simulacros anuales obedecen a una conmemoración. El primero, se efectúa el 22 de abril, en el marco de recuerdo de las explosiones del sector Reforma (ahora nombrado Día Estatal para la Prevención de Desastres); y el segundo, el 19 de septiembre, Día Nacional de Protección Civil (conmemoración del gran sismo de 1985, que devastó la Ciudad de México).