Sigue buscando oficialismo de Ecuador consolidar frágil mayoría

QUITO, ECUADOR (15/AGO/2011).- El oficialista Alianza País (AP) continuó hoy esfuerzos por consolidar una mayoría en la Asamblea Nacional de Ecuador, mientras uno de sus integrantes admitió que la que logró para renovar la mesa directiva de la legislatura aún es frágil.

El presidente de la Legislatura, el oficialista Fernando Cordero, dijo este lunes al portal Ecuadorinmediato que su bloque aspira a participar únicamente en seis de las 12 comisiones legislativas.

En los primeros dos años del actual período legislativo, esas comisiones estuvieron dirigidas en su mayoría por militantes de AP o sus aliados, como reflejo del amplio triunfo que obtuvo en las elecciones generales de abril de 2009.

El titular de la legislatura ecuatoriana agregó que en las restantes seis comisiones podría estar la oposición.

En el proceso de renovación de la mesa directiva de la Asamblea Nacional, que comenzó el pasado 31 de julio y que aún no termina, el oficialismo logró retener la presidencia y las dos vicepresidencias apenas con la mayoría indispensable.

Sin embargo, aún tiene pendiente conformar las comisiones legislativas, lo que ocurrirá después del 29 de agosto, cuando termine el receso de la Asamblea, que comenzó este lunes.

El legislador de AP, Gabriel Rivera, admitió este lunes en radio Sonorama que la mayoría que ha logrado hasta el momento (63 votos sobre un total de 124 curules) es 'frágil'.

Reconoció que 'va a haber dificultades' en la elección de presidente y vicepresidente de las comisiones legislativas e hizo un llamado a que 'todos tengan capacidad para renunciar' a sus aspiraciones particulares en aras del interés del país.

Rivera también recalcó que la 'muerte cruzada' aún es una posibilidad que está presente en el escenario político del país, en caso de que corra riesgos la gobernabilidad de la nación.

La 'muerte cruzada' es un recurso constitucional que consiste en la facultad del presidente de la República de disolver el Congreso, situación en la que el país debe ir a elecciones presidenciales y legislativas en un plazo de seis meses.

Esta opción ha sido mencionada con frecuencia por el presidente Rafael Correa al referirse a las dificultades que enfrenta en el oficialismo en la legislatura, donde la holgada mayoría que obtuvo hace dos años se ha ido reduciendo en beneficio de la oposición.