Internacional | Misión cumplida de Naciones Unidas y París Ouattara saca a Gbagbo por la fuerza en Costa de Marfil Fuerzas del presidente electo arrestan al mandatario saliente quien será juzgado por crímenes cometidos en los últimos años Por: EL INFORMADOR 12 de abril de 2011 - 02:27 hs ABIYÁN, COSTA DE MARFIL (12/ABR/2011).- “¡No me mate!”, fueron las primeras palabras del ex presidente marfileño Laurent Gbagbo, según un miembro de las Fuerzas Republicanas de Costa de Marfil (FRCI), cuando las fuerzas de Alassane Ouattara —quien reclama la presidencia—, entraron en su residencia de Abiyán, para poner fin a una década de Gobierno accidentado. Doce días de batalla en la capital financiera marfileña culminaron con el arresto del presidente, en el poder desde 2000. Así finalizaba el conflicto que inició cuando Gbagbo se negó a reconocer la victoria electoral de su rival en noviembre pasado, pese a estar certificada por la comunidad internacional, y rehusaba rendirse en meses seguidos de sangrienta crisis postelectoral. La detención se produjo tras una campaña de bombardeos de Francia y fuerzas de la Organización de las Naciones Unidas en Costa de Marfil (ONUCI), en la residencia donde se había atrincherado Gbagbo. La ofensiva contaba con la conformidad Consejo de Seguridad de la ONU, en la resolución 1973, del 31 de marzo, en la que exhortaba a poner cese a la violencia en el país africano. El documento, además, imponía sanciones a Gbagbo. Ouattara, mandatario internacionalmente reconocido de Costa de Marfil, anunció el inicio de un “procedimiento judicial contra Gbagbo, su esposa” y sus colaboradores. Una “comisión de verdad y reconciliación” deberá esclarecer las violaciones de los derechos humanos, todos los crímenes y matanzas cometidos en el país durante los últimos años. Sobre Gbagbo ya pesaba una causa en la que detractores lo acusan de aferrarse al poder, en parte, para evitar ser enjuiciado por la Corte Penal Internacional. El fiscal del tribunal internacional, el argentino Luis Moreno Ocampo, había iniciado ya una pesquisa preliminar sobre posibles crímenes de guerra y contra la Humanidad, que incluyen también acusaciones contra las fuerzas que apoyaban a Ouattara. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, adelantó cifras que hablan de más de mil muertos en el conflicto. Francia y ONU, hasta el final Francia y la ONU siempre insistieron que su misión no era derrocar a Laurent Gbagbo. En un primer momento, se aseguró que el arresto se había producido por las fuerzas especiales francesas. Poco después, el embajador francés en Costa de Marfil, Jean-Marc Simon, y el Estado Mayor de Francia desmentían la información e insistían en que el asalto había sido llevado a cabo por las fuerzas leales a Ouattara. El matiz cobra importancia, ya que en todo momento Francia ha insistido en que su papel militar en el conflicto —bajo autorización de la ONU— se limitaba al de proteger a la población civil liquidando, para eso, el armamento pesado de Gbagbo. Sin embargo, el ministro de Defensa francés, Gérard Longuet, reconoció en París que “el objetivo (fijado) por la comunidad internacional era de hacer que el presidente electo pudiera presidir”. La intervención francesa, que cuenta en Abiyán con mil 600 soldados, resultó decisiva: blindados franceses se dirigieron, poco antes del asalto, hacia la residencia de Gbagbo para de facilitar el camino a las tropas de Ouattara. FRASE "(El arresto de Gbagbo) envía una señal a todos los dictadores de que no pueden ignorar las voces de sus pueblos. Habrá consecuencias si se aferran al poder " Hillary Clinton, jefa de la diplomacia estadounidense. PERFIL“ADO”, un musulmán del FMIAlassane Ouattara Este ex economista del Fondo Monetario Internacional (FMI) de 69 años, fue electo presidente de Costa de Marfil en noviembre. Para sus enemigos, “ADO” (Alassane Dramane Ouattara) es un “extranjero” y el cerebro de la rebelión de 2002 contra el depuesto presidente, Laurent Gbagbo. De una familia oriunda del Norte mayoritariamente musulmán, Ouattara fue víctima a lo largo de su carrera de las fracturas de su país, entre nordistas y sudistas, musulmanes y cristianos, extranjeros y autóctonos. Nació el 1 de enero de 1942 en Dimbokro (Centro) y cursó la mayor parte de su escolaridad en el vecino Burkina Faso. En 1967, obtuvo un doctorado de Economía en Estados Unidos y al año siguiente empezó a trabajar en el Fondo Monetario Internacional (FMI). En 1983, asumió el cargo de vicegobernador del Banco Central de Estados de África Occidental (BCEAO). El propio Ouattara reconoció haber ocupado cargos oficiales en Alto Volta (actual Burkina Faso), lo cual alimentó el interminable debate sobre su nacionalidad. El presidente marfileño Félix Houphouet-Boigny lo nombró primer ministro en 1990 y ocupó ese cargo hasta la muerte del “padre de la Nación”, en 1993. En 1995 prefirió apartarse de la elección que designó a Henri Konan Bedié como sucesor de Houphouet, por considerarla poco transparente. Pero los partidarios de Bedié, que temían sus ambiciones, llevaron a cabo una campaña nacionalista para marginarlo, alegando que era de nacionalidad burkinesa. En 1999, Ouattara dejó su cargo de director general adjunto del FMI y regresó a Abiyán con la intención de participar en la elección presidencial del año 2000. Pero la junta en el poder se lo impidió, alegando que era de “nacionalidad dudosa”. Ouattara, casado con una francesa, Dominique Folloroux, se convirtió así en la encarnación de la crisis de identidad de los marfileños, que se agravó en 2002 por la división entre el Sur leal al poder central y el Norte rebelde. En 2005, con apoyo de Sudáfrica, logró inscribirse como candidato a la elección presidencial, pero ésta sufrió varios aplazamientos. Para obtener la victoria en noviembre de 2010, se alió con su ex enemigo Bedié, pero la crisis con Gbagbo hundió al país en nuevos enfrentamientos que reactivaron la rivalidad Norte-Sur. Temas África ONU Costa de Marfil Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones