Nací como violador, confiesa Josef Fritzl

BERLÍN, ALEMANIA.- Josef Fritzl, el austriaco de 73 años que secuestró y violó a su hija durante 24 años y con la que tuvo siete hijos, admitió durante una serie de sesiones con una sicóloga que nació como un violador de mujeres y culpó a su madre de su comportamiento.

El informe basado en seis largas conversaciones entre la sicóloga Adelheid Katsner y Fritzl, que fue filtrado a dos periódicos austriacos, dejó al desnudo la personalidad sádica de quien fue bautizado como el monstruo de Amstetten y ofrece detalles sobre la relación destructiva que tuvo con su madre.

“Nací como violador, pero me retuve relativamente largo tiempo”, dice Fritzl en un pasaje del informe, que fue elaborado para determinar si es mentalmente apto para afrontar un juicio.

Fritzl reveló que su madre lo maltrató sistemáticamente cuando era niño, aspecto, según la sicóloga, que derivó en un intento por dominar a las mujeres.

“Su narración describe un clima familiar imprevisible con agresiones humillantes y sin motivo por parte de su madre. Su infancia lo predispuso para una invalidez emocional”, señala la sicóloga en el informe que fue entregado a la fiscalía. “Sus experiencias durante la infancia forjaron en él la necesidad de poseer totalmente a un ser humano”.

Pero Fritzl era algo más que un hombre perturbado por los maltratos que recibió de su madre. En sus charlas con la sicóloga revela que posee una “vena perversa por la cual fluye lava destructiva” y admite sentirse como un volcán en permanente ebullición.

El “volcán” hizo erupción varios años antes de que decidiera convertir a su hija en su esclava sexual. Con 32 años, Fritzl irrumpió en la vivienda de una joven y la violó, una acción que justificó con su confesión de que había nacido para ser un violador de mujeres. Su principal víctima fue su hija Elisabeth.

“Durante el sexo nunca le miré a la cara”, dice Fritzl quien también revela que dejó de tener relaciones con su esposa el día en que encerró a su hija en el sótano de su casa. “Ella me pertenecía”, dice Fritzl quien estaba seguro de que su hija siempre permanecería a su lado. “Tuve tantos niños con ella para que siempre se quedara a mi lado. Una madre de seis hijos ya no es atractiva para otros hombres”, declaró.