Los obispos italianos atacan al Gobierno por sus escándalos

ROMA, ITALIA (26/SEP/2011).- La poderosa Iglesia Católica italiana lanzó el lunes un duro ataque contra la clase política gobernante, diciendo que el país necesita "purificar el aire" contaminado por un comportamiento libertino que ha manchado su nombre en todo el mundo.

El discurso del cardenal Angelo Bagnasco a otros obispos no mencionó expresamente al primer ministro, Silvio Berlusconi, pero dejó pocas dudas sobre que se estaba refiriendo a los escándalos sexuales y de corrupción que acosan a Berlusconi y a su Gobierno de centroderecha.

"Es mortificante presenciar un comportamiento que no sólo va contra el decoro público sino que es intrínsecamente triste y vacío", dijo el líder de la conferencia episcopal italiana.

Bagnasco dijo que los italianos han quedado en un estado de "muda perplejidad" ante una clase política gobernante inmersa en los escándalos y preocupada por mantenerse mientras el país sufre una crisis económica.

"La imagen es la de un país varado, sin impulso, como si todo el mundo estuviera esperando lo inevitable", dijo.

Hasta ahora, el Vaticano y la Iglesia Católica han tenido reparos en sus críticas a la centroderecha, temiendo que un gobierno de izquierdas pueda impulsar medidas a las que ellos se oponen, como el matrimonio homosexual o la investigación con células madre.

La clase política, dijo Bagnasco, tiene una responsabilidad mayor de llevar una vida moral y dar buen ejemplo porque su comportamiento tiene "innegables efectos en la cultura y la educación" e influye a los jóvenes e impresionables.

Muchos de los políticos están propagando una cultura venenosa donde el éxito es algo que puede conseguirse a través de conexiones y atajos, en lugar de con trabajo duro, añadió, pidiendo un replanteamiento radical.

"No es sólo una cuestión de hacer las cosas de forma distinta sino de pensar de manera distinta. Hay una necesidad de purificar el aire para que las nuevas generaciones, según crecen, no sean envenenadas", dijo.

La Iglesia Católica ya no disfruta de la influencia política de años atrás, pero sigue siendo una de las fuerzas más influyentes de la sociedad italiana.

No hubo reacción inmediata del Gobierno, pero la oposición de centroizquierda elogió al prelado.

"Bagnasco ha puesto una clara señal de 'pare' para ciertos estilos de vida y el abuso del poder público, que no tienen nada que ver con el bien común", afirmó Rosy Bindi, presidenta del opositor Partido Democrático.

Nuevos escándalos para Berlusconi 

Berlusconi se enfrenta a cuatro juicios distintos, con cargos de corrupción y de pagar por sexo con una menor. Se ha visto engullido por un nuevo escándalo sexual justo cuando los problemas financieros han despertado los temores de que la economía italiana pueda sufrir una crisis de deuda al estilo de Grecia.

La prensa italiana ha publicado transcripciones de conversaciones grabadas en las que se cita a Berlusconi presumiendo de "estar con ocho chicas" en una noche y organizando citas con prostitutas en sus residencias privadas.

También se le citó diciendo que, con toda su actividad sexual, sólo era primer ministro "en mi tiempo libre".

El cardenal habló de "comportamiento libertino y relaciones inapropiadas que dañan a la sociedad".

"La gente mira a los protagonistas de la vida pública con consternación y la imagen del país en el extranjero se ha debilitado peligrosamente", dijo.

En las últimas semanas, Berlusconi se ha enfrentado a crecientes críticas y a peticiones más o menos abiertas de que dimita de miembros destacados de la sociedad italiana, como el grupo de empleadores Cofindustria, el jefe del gigante de la automovilística Fiat y periódicos como el Corriere della Sera, el diario más respetado del país.

Bagnasco leyó su discurso en una conferencia organizada previamente, cuatro días después de que el papa Benedicto XVI dijera que Italia necesita una "renovación ética", una frase que los medios italianos vieron como una luz verde para que el cardenal hablase sin tapujos en su discurso del lunes.