La población en el sur de Manhattan se duplica 10 años después del 11S

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS (19/JUL/2011).- Diez años después de los atentados terroristas del 11S, el sur de Manhattan vuelve a salir a flote como una de las zonas de mayor crecimiento demográfico de Nueva York, según datos del último censo recogidos hoy en los medios locales.

Los vecinos residentes en Battery Park y el distrito financiero, ambos en el extremo sur de la isla, ascienden en la actualidad a 40 mil personas, casi el doble que hace una década, y la previsión es que siga en aumento.

"Después del 11S, mucha gente pensó que esta zona de la ciudad no volvería a salir adelante", afirmó la presidenta de la Junta Comunitaria número 1 de Manhattan, Julie Menin, a la cadena de televisión NY1.

Tras los atentados terroristas del 11 de septiembre 2001, que derrumbaron las Torres Gemelas y costaron la vida a casi tres mil personas, el sur de la isla quedó durante un tiempo en un limbo mientras continuaban las tareas de reconstrucción y revitalización de la zona.

"Muchos creyeron que la gente ya no querría volver a vivir ni a trabajar en el barrio de downtown, e incluso que tampoco querrían visitar la zona, pero les hemos demostrado que se equivocaban", añadió Menin.

Una de las iniciativas puestas en marcha por las autoridades para revitalizar la zona fue poner en marcha un programa de incentivos para que los inquilinos prolongaran sus contratos de alquiler y los pequeños comercios no abandonaran el sur de Manhattan.

Según la presidenta de la organización comunitaria Downtown Alliance, Elizabeth Berger, uno de los principales atractivos es el fácil acceso a los principales medios de transporte de la ciudad, además de los parques y las vistas que ofrece.

"Son los mayores rascacielos en las calles más pequeñas", detalló Berger a NY1 sobre los contrastes de una zona donde se están instalando hombres solteros y familias jóvenes y en la que un tercio de sus vecinos puede ir caminando a diario al trabajo.

Una de las vecinas de Battery Park, Juliet Burrows, que lleva viviendo en la zona desde 1998, recordó que después de los atentados del 11S se convirtió en una "zona de nadie" y ahora es uno de los lugares más codiciados para vivir.