Israel irá a elecciones

JERUSALÉN.- La canciller israelí Tzipi Livni, jefa del gobernante partido Kadima, a la que se le encomendó hace pocas semanas formar una nueva coalición que ella encabezaría, informará hoy al presidente del Estado, Shimon Peres, que ha fracasado en sus intentos, lo que significa una sola cosa: elecciones adelantadas.

Así lo dijeron anoche fuentes en el partido Kadima, aunque algunos de sus miembros principales continuaban alegando que “todavía no está todo perdido”.

Sin embargo, al anunciar el viernes el partido ultraortodoxo Shas y ayer otro de los partidos religiosos que optan por no sumarse a un gobierno de Livni, el camino le ha quedado prácticamente bloqueado. Si bien Livni ya tiene acuerdo con el Partido Laborista y el de los jubilados, su situación es frágil y la ida a elecciones adelantadas parece ahora inevitable.

Según versiones periodísticas, Livni dirá a Peres que “no pudimos ceder ante el chantaje político y deberíamos celebrar elecciones”. Pero, más allá de la tensión política interna que generaría la realización de nuevas elecciones, si Israel se ve obligado a abocarse ahora en ese proceso, se estancarían las negociaciones con la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

En el terreno sin embargo, se dan pasos que reflejan la coordinación de seguridad entre Israel y los palestinos, que continúa avanzando, a pesar de las mutuas quejas.

Ayer mismo, 550 efectivos palestinos miembros de una fuerza especial de la policía fueron desplegados en la ciudad cisjordana de Hebrón en forma temporal. Se trata de policías entrenados en Jordania por el general Dayton, de Estados Unidos. Según Israel, el objetivo será concentrarse en un operativo destinado a limitar la fuerza de Hamas en la zona, junto a otros 2 mil 400 efectivos palestinos que ya se encuentran en la ciudad. Pero para la ANP, la fuerza impondrá la ley y el orden en el lugar.

El despliegue ha sido aprobado por la cúpula militar israelí. A ojos de los israelíes, es un elemento más en “la lucha contra el terrorismo”. Para la ANP es una medida destinada a imponer su gobierno en Cisjordania —y así también impedir que Hamas pueda hacer allí lo mismo que hizo en Gaza, al tomar el poder por la fuerza—. Pero para Hamas es una señal de la colaboración de la ANP con Israel en su contra.