Domingo, 22 de Junio 2025
Internacional | La reapertura de Rafah es una de las condiciones que puso anoche el movimiento islámico para aceptar una tregua

Frontera de Rafah, punto neurálgico para tregua en Gaza

Rafah es la única salida que tienen al extranjero los más de 1.5 millones de palestinos que viven en la franja

Por: NTX

JERUSALÉN, ISRAEL- La frontera entre Gaza y Egipto, donde se encuentra la terminal de Rafah, es el epicentro de un eventual acuerdo de tregua que Israel y Hamás negocian con la mediación de El Cairo para poner fin al enfrentamiento armado de las últimas semanas.  

Abierta en 2005 tras la evacuación israelí de Gaza, la terminal de Rafah es la única salida que tienen al extranjero los más de 1.5 millones de palestinos que viven en la franja, y su cierre en 2007 por orden de Israel es uno de los elementos que condujeron a un deterioro de la situación que desembocó el 27 de diciembre en la Operación Plomo Fundido.  

"Israel prohibió el paso a los observadores europeos que estaban allí y sin ellos, y sin la autorización de Egipto, no se puede abrir la terminal", explicó un funcionario del Ministerio de Interior de Gaza sobre la decisión que convirtió la franja en una gran prisión.  

El cierre se produjo debido al temor de Israel que el soldado secuestrado Gilad Shalit fuera sacado de la franja, y a la revuelta que en junio de 2007 dejó Gaza en manos de Hamás.  

La reapertura de Rafah es una de las condiciones que puso anoche el movimiento islámico para aceptar una tregua, la de ese paso y la de otros cuatro que conectan la franja con Israel y por los que entran personas y bienes (Erez), combustible (Nahal Oz) y mercancías (Karni).  

El cuarto, el de Kerem Shalom, en la triple frontera que une Gaza, Israel y Egipto, es el que servía a los observadores europeos para entrar en Rafah, así como era una alternativa al cierre de alguno de los otros por distintos motivos.  

La tregua que negocia Egipto con las partes incluye la demanda de que Gaza sea abierta al exterior, como lo estuvo entre 2005 y 2007, cuando después de la retirada israelí unilateral toda la franja quedó, por primera vez en la historia, bajo el control de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).  

Hasta noviembre de 2005, la mayor parte de Gaza estuvo bajo control palestino, pero no así los asentamientos israelíes ni el corredor fronterizo de Philadelphi, donde está la terminal.  

Lugar de sangrientos atentados contra el Ejército israelí y de destrucción masiva de casas palestinas por Israel después de cada uno de ellos -para ampliar el perímetro de seguridad-, el corredor fue evacuado y la frontera abierta bajo supervisión europea, gracias a un acuerdo de todas las partes involucradas con Egipto.  

Israel seguía las actividades en la terminal por control remoto desde un centro de cámaras en Kerem Shalom.  

La propuesta de paz egipcia consiste en devolver al corredor a las fuerzas de la ANP que fueron expulsadas por Hamás para que ellas se hagan cargo de la frontera y de la terminal, una demanda a la que los islámicos no dieron todavía su aprobación.  

Israel, que también debe dar su autorización, condiciona la apertura de fronteras a que cese de una vez por todas el contrabando de armas hacia la franja, que luego sirven a Hamás y otras guerrillas para atacarla.  

Desde hace décadas, ningún experto sabe exactamente cuándo, el subsuelo de la frontera entre Gaza y Egipto es un "queso de grulleres" y el Ejército israelí cifra en más de 300 los túneles cavados que la cruzan sin supervisión alguna.  

El Ejército israelí sostuvo recientemente que destruyó en la Operación Plomo Fundido unos 130, pero que creía que podía haber otros 200.  

En términos generales los túneles sirvieron desde siempre para el contrabando de productos a Gaza por delincuentes, pero también entraban armas livianas para las distintas bandas.  

Llegada la Intifada de Al Aksa, en 2000, los túneles fueron el principal canal de abastecimiento de armas para las guerrillas y desde 2005 Hamás fue ampliando su uso hasta convertirlos en 2006 en auténticas terminales de cargo por las que pasaban cohetes, armas, munición en cantidades y terroristas buscados.  

También entraban, debido al bloqueo israelí, alimentos, medicinas y otros productos básico para la población.  

"Desde que comenzó el bloqueo con la captura de Shalit, quizás un poco después, cuando Hamás quedó en control de Gaza, el paso de mercancías por los túneles estaba sujeto por lo visto al pago de tasas que iban a parar al gobierno de Hamás", explicó el periodista palestino.  

Israel exige que esa actividad cese por completo y demanda también a Egipto que adopte medidas de emergencia para impedirlo.  

Por cuestiones de soberanía, El Cairo se niega a recibir en su territorio a fuerzas extranjeras, pero sí está dispuesto a recibir apoyo tecnológico para cerrar túneles.  

El problema está en que nadie hasta ahora sabe realmente cómo hacerlo, ni siquiera Israel, que en el pasado estudió incluso la posibilidad de cavar un canal de agua de mar a lo largo de los alrededor de 20 kilómetros del corredor, para que sirviera de tope a unos túneles que, en definitiva, unen dos partes de una misma ciudad dividida, Rafah. 

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