Emperador japonés festeja su 78 cumpleaños en un año 'difícil'

TOKIO, JAPÓN (23/DIC/2011).- El emperador de Japón Akihito celebró el viernes su 78 cumpleaños al término de un año que calificó de "realmente difícil", en el cual el archipiélago fue devastado por un sismo y un tsunami que provocaron la mayor catástrofe nuclear, en la central de Fukushima, del último cuarto de siglo.

Dada su frágil salud, el emperador renunció a su tradicional conferencia de prensa, sustituyéndola por un simple comunicado con "reflexiones" sobre los acontecimientos de 2011.

Pese a todo, Akihito realizó una aparición pública al lado de su familia en el balcón imperial para saludar a las miles de personas que fueron a honrarlo.

"Este año marcado por las catástrofes ha sido realmente difícil", dijo el emperador en su mensaje, recordando el drama de Fukushima, así como las lluvias del verano boreal que originaron grandes inundaciones.

"No obstante, es alentador constatar que la población en las zonas afectadas hacen frente a condiciones difíciles de evacuación y que numerosos voluntarios se presentaron para socorrer a las víctimas", destacó.

"Mi sentimiento es que los japoneses se han unido para afrontar la catástrofe y contribuir a ayudar mejor a las víctimas", agregó.

El 11 de marzo pasado, un sismo de magnitud 9 seguido de un gigantesco tsunami causó la muerte de unas 20.000 personas y cuantiosos daños en el noreste de Japón.

Akihito ocupa el trono del Crisantemo, como se designa al trono imperial de Japón, desde 1989, cuando sucedió a su padre, Hirohito, fallecido a los 87 años.

El emperador, jefe de Estado, cumple una función simbólica y no dispone de ningún poder político, pero es muy respetado en todo el archipiélago nipón.

Akihito fue operado en 2003 de un cáncer de próstata y desde ese año sigue una hormonoterapia para evitar una recaída.

En noviembre pasado estuvo hospitalizado tres semanas debido a un bronquitis y una leve pulmonía.