PARÍS, FRANCIA (13/FEB/2017).- El grupo yihadista Estado Islámico (EI) se prepara para la pérdida de sus territorios en Siria y Iraq y para “una retirada al desierto”, convencido de que un día volverá fortalecido, según estiman varios expertos.Frente a las ofensivas de la coalición, que arrebata territorios al “califato” y amenaza Mosul, su “capital” en Iraq, y Raqa, en Siria, el EI advierte que, como ya hizo en el oeste de Iraq hacia fines de la pasada década, podría convertirse en un movimiento de guerrilla más o menos clandestino. Y así preparar su vuelta, contando con el apoyo de al menos una parte de la comunidad sunita.“¡Oh, Estados Unidos, ¿crees que perder una ciudad o territorios significa ser derrotado?!”, preguntó este verano poco antes de morir por el disparo de un dron estadounidense Abu Mohamed al Adnani, jefe y propagandista del EI.“Es su perspectiva narrativa: las derrotas anuncian las victorias de mañana; son pruebas enviadas por Alá”, explica Dominique Thomas, experto en movimientos yihadistas de la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales.“Dicen: ‘ya lo vivimos antes en Anbar (provincia iraquí en la que fueron derrotados por una alianza entre el ejército estadounidense y algunas tribus sunitas), la década anterior demostró que incluso cuando se anunciaba nuestra muerte, supimos renacer de las cenizas’”.“Apuestan por la derrota de la gobernanza posreconquista”, añade. “No se hacen ilusiones sobre el lado inclusivo que las autoridades de Bagdad quieren aportar a las ciudades que recuperen. Piensan que ‘cometerán los mismos errores, las milicias chiitas llevan a cabo abusos’. Todo eso hará llegar el agua a su molino para seguir como guerrilla, al principio débil pero con una perspectiva de recuperación. Es la política del caos, que con el tiempo les permitirá recuperarse”.INFORMELa amenaza yihadistaEn un informe publicado en Washington en diciembre, titulado “La amenaza yihadista”, 20 expertos internacionales escribieron: “La próxima carta del EI podría ser la retirada hacia el desierto. La organización está segura de que puede sobrevivir de otra manera, más como una organización terrorista tradicional. El EI seguirá en condiciones de explotar el descontento sunita y fomentar las tensiones intercomunitarias durante los cinco o 10 próximos años en Iraq, Siria, Libia y potencialmente más allá” de estos países.