GUADALAJARA, JALISCO (06/JUN/2017).- El niño sirio Omran Daqneesh, cuyas imágenes como sobreviviente de un bombardeo le dieron la vuelta al mundo y se convirtieron en símbolo de la crudeza de la guerra en ese país, volvió a aparecer, esta vez con su familia y sonriente. Sin embargo, tras hacerse pública una entrevista en la que el padre del niño habla sobre la guerra, medios de comunicación no dejan de subrayar que, a diferencia de las imágenes de 2016, esta vez es una periodista cercana al régimen del presidente Bachar al Asad quien da seguimiento a la historia, y algunos incluso señalan su suspicacia. El niño Omran se hizo famoso en agosto pasado, cuando fue grabado a bordo de una ambulancia en Alepo. Estaba lleno de tierra y sangre. Acababan de rescatarlo de entre los escombros de su casa bombardeada y el grupo Aleppo Media Center, contrario al gobierno de Siria, informaba que el Ejército local o Rusia habían sido responsables del ataque. Aunque lo habían salvado, un hermano mayor murió pocos días después. El nuevo video muestra al niño con su familia en una entrevista a cargo de la reportera Kinana Allouche, que lo difundió en Facebook. Omran está con su familia y el padre explica que tomó medidas como rapar a su hijo o cambiarle el nombre para protegerlo. Y entonces habla de cómo nadie en su casa quiere abandonar Siria y señala que los rebeldes molestan a su familia. De acuerdo con lo que indica el periódico El País, al menos una organización que trabaja por las víctimas de la guerra en Siria, el ONG Syria Institute, ha advertido a periodistas que podría tratarse de una entrevista impuesta a la familia de Omran, con la que posiblemente el gobierno intenta coaccionarlos. El País también dice que más medios han advertido que la familia no da entrevistas a medios que no sean cercanos al gobierno de Bachar al Asad. Como sea, Omran está allí, junto a su papá y otros dos niños. La entrevista para televisión lo muestra sentado y sonriente a veces, y luego jugando en un cuarto con literas y fotos de dibujos animados en las paredes. Una imagen muy distinta a la de hace 10 meses. La guerra en Siria ha escandalizado a la comunidad internacional por la saña de los combatientes contra la población civil, como el escándalo del ataque químico a la localidad de Jan Sheijun. Los niños han sido víctimas frecuentes de estos sucesos. Tan sólo en 2016 murieron 652 en medio de bombardeos o combates, a causa de rebeldes o el Ejército mismo; 1.7 millones habían dejado de ir a la escuela, y más de 2.3 millones eran refugiados en países cercanos.
