Advierte relatora de ONU riesgo de relegar lucha contra pobreza

GINEBRA, SUIZA.- Ahora más que nunca la obligación de erradicar la pobreza no debe caer en el olvido, declaró en un comunicado Magdalena Sepúlveda, relatora de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Derechos Humanos y Extrema Pobreza.

Con motivo del Día de la Erradicación de la Pobreza que se conmemora el viernes, Sepúlveda dijo que estamos ante una importante crisis financiera que probablemente nos conduzca a una recesión económica a gran escala.

"Todos y cada uno sentiremos el impacto de la crisis, pero como siempre, ésta tendrá graves y nefastas consecuencias sobre aquellos que viven en la pobreza", advirtió.

En el curso de las últimas semanas se ha establecido el compromiso de dedicar más de un billón de dólares a salvar el sistema financiero, señaló.

Añadió que el mes pasado, la cumbre para renovar los compromisos para alcanzar los Objetivos del Desarrollo del Milenio finalizó con la promesa de los donantes de destinar a ese fin 16 mil millones de dólares.

Sin embargo, subrayó Sepúlveda, la actual confusión financiera ha hecho aumentar los temores de que esas promesas no se mantendrán.

Ahora más que nunca, sostuvo, debe comprenderse que la protección de los derechos fundamentales de los pobres no es un lujo que deba abandonarse en tiempos de crisis económica, sino una obligación fundamental que no puede ser ignorada.

"Ahora más que nunca debemos ser claros al afirmar que la pobreza no es una cuestión de caridad. La lucha contra la pobreza requiere la protección de los derechos políticos, civiles, económicos, sociales y culturales", abundó.

De acuerdo con la experta, si se quiere realmente cumplir la promesa de erradicar la pobreza, no se pueden hacer concesiones en la protección y promoción de los derechos humanos.

Indicó que aquellos que viven en la pobreza sufren diariamente la violación de sus derechos humanos más básicos como el derecho a una vivienda adecuada, a la alimentación, al agua, a la salud y a un mejor nivel de vida.

"Son despojados de su dignidad y a menudo experimentan discriminación y violencia, así como negación al acceso a la justicia", agregó.

Muchos grupos, como las mujeres, niños y niñas y las personas con discapacidad, así como aquellos que viven en países azotados por la guerra o por desastres naturales, sufren desproporcionadamente, enfatizó Sepúlveda.

Señaló que incluso los índices más conservadores estiman y sin tener en cuenta el reciente incremento brusco en los precios de los alimentos- que hay mil 400 millones de personas viviendo en extrema pobreza.

Una de cada cinco personas vive sin los recursos básicos que garanticen su dignidad humana, alertó.

Con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, "debemos recordar a los líderes los compromisos adoptados para eliminar la pobreza y las obligaciones con respecto a la protección de los derechos humanos de los pobres", expuso.

Consideró crucial que la erradicación de la pobreza sea un asunto prioritario y se adopten acciones inmediatas para aliviar el sufrimiento y evitar que más personas sean arrojadas a una vida de privación y miseria.

Cada país puede adoptar las medidas necesarias para reducir la pobreza y proteger los derechos de los pobres; incluso aquellos países con recursos limitados pueden formular medidas con el fin de reducir la pobreza, señaló.

Sin embargo, aclaró que para ser efectiva, cada iniciativa debe apoyarse en los principios esenciales de los derechos humanos: igualdad, no discriminación, participación, transparencia y rendición de cuentas.

Más que nada, deben dar más poder y voz a aquellos que viven en la extrema pobreza, concluyó Sepúlveda.