Eso sí, hablamos de las madres solteras; pero de los muy hombrecitos que entre más hijos tienen, sin echarse responsabilidad alguna ¿qué andan haciendo por la vida?El asunto nace de una permisivilidad, casi interminable, de que el hombre en México puede hacer lo que quiera con su masculinidad. Se llega a sentir libre de hacer lo que le pega en gana con su sexualidad, así que no asume responsabilidad alguna por los hijos que concibe y va de pueblo en pueblo ejerciendo su potestad.Aniceto Aramoni trata muy bien el tema en su libro "El Mexicano ¿Un ser aparte?" y nos agrega: “El hombre con una permisividad casi absoluta en cuanto al uso y mal uso de su sexualidad o de su genitalidad para entenderse mejor, en que ha sido el aventurero, el imaginativo, el atrevido, el poderoso, enérgico, capaz, productivo, inteligente y creativo, el que no perdía nada de su integridad al relacionarse genitalmente, en contraste con la otra porción del género humano que vivía justo al contrario”.Es decir que finalmente la mujer sí asume, en la mayoría de los casos, su responsabilidad frente a la maternidad. En cambio el varón, no todos, desde luego, caminan sin asumirla.El hombre cree que, para reafirmar su masculinidad, debe buscar hembras con quienes demostrar su superioridad y dominio. Por eso tener hijos sin compromiso alguno, es una expresión de virilidad, no de irresponsabilidad. Al menos en la mentalidad de muchos mexicanos de antaño —ya hoy hay muchos afortunados cambios—.Aramoni nos los plantea de esta manera: “los hombres eligen la soltería, optan por ella, ocasionalmente es aceptada y calificada como sinónimos de independencia, libertad, decisión personal, poder. En el caso de la mujer la soltería resulta impuesta, hace falta aceptar el hecho culturalmente establecido y socialmente censurado.”Aquí está la clave. Mientras que para el hombre es un símbolo de poder, para la mujer es de censura y crítica. Ser soltero es muy distinto para uno u otro. Más aún que los muy “hombrecitos” pueden llegar a considerar que es un acto de debilidad el tener a una sola mujer, por ser un mandilón. Cuando de lo que se trata, según muchos “es tener varias y dominarlas mediante el hecho simple de no poder ser amaestrado, domesticado por una y convertirse en monógamo, resulta claro que el hombre ha alcanzado el éxito y todos los logros envidiables”.En cambio para la mujer, estar soltera es casi un mensaje social de “quedada”, de rechazada, de no ser atractiva y peor aún de una mujer no deseada y por ello casi fracasada.Un padre soltero parece tener un trofeo en la mano, en cambio una mujer soltera es que. o fue abandonada o de plano quiso tener un hijo antes de que se le fuera la posibilidad.El tema central es que el padre soltero no lo anda festejando y procura esconderse, pues teme ser acusado y desacreditada su reputación familiar.Feliz día del padre.