Hoy nos despedimos de 2016 con un sabor de boca por lo menos, raro. Por supuesto que hablo de la industria automotriz, con énfasis en la mexicana, que terminó este periodo con números espectaculares, estableciendo nuevo récord histórico con una cifra que deberá ser cercana a 1.6 millones de vehículos nuevos vendidos. Para el futuro inmediato, los directivos de esa industria hablan con cierto optimismo, esperando que el crecimiento se mantenga aunque a un menor ritmo, que pudiera hacer que 2017 termine con ventas en la casa de 1.7 millones de vehículos nuevos comercializados en el país. Pero para la población el año termina con la expectativa de un aumento de 20% en el precio de la gasolina y la amenaza que representa la victoria de Donald Trump en las elecciones de los Estados Unidos.El aumento de ventas tiene un par de razones. La primera y más importante fue el cierre de la importación indiscriminada de autos usados provenientes de Estados Unidos. Basta ver que las ventas en estados cercanos a la frontera Norte, como Chihuahua, fueron las que mayor aumento experimentaron, con más de 67% de incremento, mientras la Ciudad de México, por ejemplo, apenas subió 0.7%.Otro factor fue el crédito. Con mayor facilidad para adquirir un financiamiento para un auto nuevo, el consumidor mexicano se aprovechó de esto para comprar y de enero a octubre el crédito automotor creció 26.5% comparado al mismo periodo del año anterior. Del total de autos vendidos en el país, 66.5% utilizaron alguna herramienta de crédito para lograr su objetivo. Las financieras de las marcas fueron las líderes, con 72% del mercado de crédito de autos en México.En las marcas lo más destacado fue que Nissan haya logrado mantener su participación de mercado con alrededor de 25%, pero también la reacción de General Motors, que ha apretado fuerte en estos últimos meses, tomando distancia de la tercera colocada Volkswagen y acercándose al objetivo de volver al primer puesto en México.Nuevo protagonistaPero la lucha más interesante se dio entre el cuarto y el décimo lugar. En números de enero a noviembre, Toyota rebasó a FCA; Hyundai entró entre los 10 mejores y Kia, el fenómeno del año, se puso en la octava posición, por arriba del anterior fenómeno de ventas: Mazda.2016 fue el primer año completo de Kia en suelo mexicano. La marca coreana entró con todo a este país, con velocidad, fuerza y buenos productos, pero más que nada ofreciendo valor por tu dinero. En enero de 2016, puso a la venta el lanzamiento más importante del año en México, el Rio. No que sea el mejor auto del país. Vamos, ni siquiera es el mejor de su categoría, quedando atrás de otros como el Honda Fit, por ejemplo. Pero ni entonces ni ahora, ningún otro auto ofrece el nivel de seguridad que proporciona el Kia Rio por su precio. El Fiesta, que tiene incluso más bolsas de aire, lo hace solo en sus versiones más costosas, mientras Rio lo ofreció en todas. Falta ver si los precios de su nueva generación, ya producida en Nuevo León, mantienen esa fortaleza o si lo transforman solo en un rival más.El siguiente debe ser un año más duro. Primero por el aumento de precios de combustible, que sin duda traerá inflación. Luego por las amenazas de Trump, que pudieran disminuir las remesas o frenar el ritmo de exportaciones de la industria, mermando el empleo y la generación de riquezas.Particularmente pienso que quitar el subsidio a las gasolinas es necesario, por más amarga que sea esta medicina. Eventualmente será el mercado que dictará el costo de los combustible en nuestro país, lo que es más sano que cualquier otra cosa.La esperanza que queda es que 2015 ya había sido un año excelente para la industria en México. Cerrar con 1.351 millones de unidades nuevas vendidas representó un crecimiento espectacular y esto hizo que muchos dudáramos de la fortaleza del mercado en 2016. Ojalá en 2017, contra muchos pronósticos, se pueda dar lo mismo.