Lo llaman, más por desdén que por simpatía, el “Mundialito”. Para la FIFA, que lo avala, y para los países que hasta ahora han sido sede del pomposamente llamado Campeonato Mundial de Clubes, se trata de una más de las muchas competencias que, en plan expansionista, el máximo organismo del futbol mundial ha promovido, pero que no pasan de ser, en el fondo, sino torneos de relleno; platos de segunda mesa… y gracias.*Para los aficionados y para la crítica, los torneos internacionales de futbol que, en efecto, dan y quitan, son, primero —obviamente— la Copa del Mundo; segundo, la Copa de Europa; tercero, la Champions League. Y punto.La primera, aunque se juega cada cuatro años, interesa por la competencia en que participan, durante la fase eliminatoria, prácticamente todas las federaciones del mundo. La Eurocopa basa su atractivo en la indiscutible jerarquía de sus participantes: aunque se circunscribe al Viejo Continente, se reconoce que ahí se concentra en gran medida el mejor futbol del mundo, y que la geografía facilita, en aquellas latitudes, lo que en otros continentes —el americano, concretamente— dificulta… En cuanto a la Champions, se trata del torneo de clubes al que concurren, por sus méritos en cada campeonato nacional, los mejores equipos de Europa.*Así y todo, se comprende, se explica e incluso se justifica que los dirigentes de la Federación Mexicana de Futbol hicieran al América las concesiones que han repercutido en un inédito receso de la competencia doméstica —el Torneo de Apertura— previo, precisamente, a la jornada en que se disputará la Final.El antecedente de que los equipos mexicanos que han participado en las ediciones precedentes del “Mundialito” lo hayan hecho, hasta ahora, con más pena que gloria, no condena al América, de antemano, a sumarse a la lista de los que han regresado del otro lado del mundo frustrados y cariacontecidos.En el año 2000, el Necaxa cayó en Semifinales —tras disputar un solo partido— ante Vasco da Gama; en 2012, Monterrey repitió la historia ante Chelsea; ambos terminaron ganando el partido por el tercer lugar. Por contrapartida, Atlante y Pachuca han tenido, en el certamen de referencia, desempeños para el olvido… Lo cual, como ya quedó apuntado, no cancela la posibilidad de que el América haga esta vez algo sonado… ni el derecho de sus dirigentes y simpatizantes a soñar en ello.