Viernes, 26 de Abril 2024

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

Por Mara, por todas

Por: Gabriela Aguilar

Por Mara, por todas

Por Mara, por todas

Cuando nos enteramos de lo que le ocurrió a Lesvy, la indignación no se hizo esperar. #SimeMatan fue tendencia en pocas horas para denunciar a una sociedad que siempre encuentra una justificación para la violencia cuando la víctima es mujer. Mara estaba entre quienes se pronunciaron a través de su cuenta de Twitter. “#SimeMatan —decía— es porque me gustaba salir de noche”. Lo decía en serio, pero en ese entonces no se imaginaba cuánto. Cuatro meses después la indignación es por ella: porque no llegó a casa. Porque sus sueños le fueron arrebatados de golpe y nos queda la impotencia de saber que nos hemos fallado. Que podría haber una, o 10 o 100 más que desaparezcan en la indefensión absoluta. Que el horror se repite.
El asesinato de Mara Castilla nos deja llenos de preguntas: ¿qué servicio de transporte será seguro ahora? ¿Cómo podemos evitar ser la próxima víctima? ¿De qué nos sirven las condolencias de la clase política que no alivian la tensión social ni pueden regresar a Mara?

>

En todo el país ha habido manifestaciones ciudadanas de repudio hacia las agresiones a mujeres. Cada vez somos más quienes llamamos a tomar estos incidentes con la seriedad que se merecen. Para muestra tenemos lo que ocurrió este domingo en las calles de diferentes ciudades en las que hombres y mujeres, estudiantes, medios de comunicación y familias enteras, nos unimos para hacer conciencia. Necesitamos buscar formas de que esta pesadilla no tenga que pasarla nadie más. Queremos justicia.

>

Extraña que, en nuestro Estado, la solución del fiscal Eduardo Almaguer sea no utilizar los servicios de taxi ejecutivo. ¿Quiere decir esto que usar un taxi común garantiza nuestra seguridad como ciudadanos? ¿O que el Estado (una vez más) se lava las manos cuando su deber es actuar? Ojalá la violencia se quedara en el asiento de ese automóvil, pero la realidad es que responde a toda una cultura machista que le hace pensar a ciertos hombres que pueden hacer lo que quieran con una mujer. O a ciertas mujeres que se engañan a sí mismas y culpan a Mara por salir a “deshoras”, ¿qué hacía una joven de 19 años sola y de fiesta? ¡Vivir! Disfrutar como cualquier otra chica de su edad que se entusiasma cuando llega el fin de semana. Ni ella, ni ninguna otra víctima de feminicidio, es la responsable de lo que le pasó.

>

Lo que de verdad importa es que esto pone el reflector sobre una situación que lleva mucho tiempo ocurriendo y que ha querido ocultarse y minimizarse. El argumento tan mencionado de que la próxima podría ser nuestra hermana, nuestra novia, o nosotras mismas, se repite tanto porque, estadísticamente, es real. Y por eso tenemos que hacer un alto. Alto a los prejuicios. Alto a la falta de solidaridad. Alto a las actividades de todos los días.

>

Estamos de luto. Hoy no estamos completos.

>

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones