La UNICEF México, luego de un arduo trabajo para impulsar el programa de protección a la infancia, el pasado 2 de diciembre, atestiguó la promulgación de la nueva “Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes”, así como la creación del Sistema Nacional de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. Un trabajo extraordinario, que reunió a todos los gobernadores y, desde luego, al titular del Ejecutivo federal, por el cumplimiento de los derechos de la infancia y la adolescencia en México. Una acción de la UNICEF México, y su titular, Isabel Crowley que en trabajo conjunto logró, además, la asignación presupuestal obligatoria a nivel federal para la protección de la población más vulnerable, en un país donde mucho se agrede a la infancia y a la adolescencia, y donde poco, muy poco los cuida.Así, más de 40 millones de niños podrán contar con un mejor marco legal para el cumplimiento de sus derechos, a través del Sistema Nacional de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes; de la Procuraduría Federal de Protección, del Sistema Nacional de Información sobre Infancia, y de organismos de la sociedad civil organizada. Un parte aguas en el cuidado de la infancia, porque las propuestas anteriores siempre topaban con la falta de presupuesto y, ésta vez, el recurso no será la disculpa porque será obligatorio.Luego, los logros expuestos, resultan vitales en un país donde la infancia está a merced de la violencia, la inseguridad y la pobreza y donde hay duros retos a vencer: porque más de la mitad de los niños, niñas y adolescentes en México (21 millones) viven en pobreza desde 2012, y cinco millones en pobreza extrema; porque hay 6.1 millones de niños, entre tres y 17 años, que no asisten a la escuela; porque la tasa de mortalidad en menores de cinco años sigue siendo muy alta en Guerrero (19.4), Chiapas (19.5), Puebla (19.7) y Oaxaca (20); porque sólo en 2013 fueron repatriados de Estados Unidos a México, 15 mil 561 niños, niñas y adolescentes que migraban solos, expuestos a toda clase de peligros y vejaciones; porque 2.5 millones de niños, niñas y adolescentes trabajan, a pesar de los esfuerzos por reducir el trabajo infantil. Y porque a nivel nacional: seis de cada 10 niños, niñas y adolescentes, en México, han vivido directamente alguna forma de violencia en su casa o en la escuela.Así, ante este escenario, la ley y creación del Sistema Nacional de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, unido a la coordinación de todas las instituciones de los tres niveles de Gobierno (federal, estatal y municipal) para trabajar para la protección de derechos, resulta un enorme triunfo en el país, un logro sobre saliente.Y este acto, que por su significado pudo y debió ser “la noticia estrella” de la semana, se vio totalmente empañado por las propias declaraciones del Presidente Peña Nieto al salir del evento, donde en lugar de presumir este triunfo en su sexenio, lo primero que expresó, ante los medios noticiosos, fue su personal preocupación, que define las prioridades del Estado: “Cuando mis hijos me preguntan: ¿quiere decir que pronto nos vamos a poder echar un churro?, yo les digo: no, no se confundan, se abre un debate”… ¿Y la importancia de la infancia y la adolescencia de México…? ¡Mero trámite!.Luego no es de extrañar que a mitad de su gestión, EPN tenga ya 59% de reprobación.
