Bien dicen que las estadísticas sirven para mentir y que los números pueden encubrir realidades, en lugar de mostrarlas. Esto es lo que hace el Presidente Enrique Peña Nieto al sostener que en materia de seguridad su Gobierno presenta resultados positivos y mejores que en el sexenio del panista Felipe Calderón.Un ejemplo son las cifras de homicidios dolosos. En su campaña publicitaria en ocasión del III Informe de Gobierno, el actual inquilino de Los Pinos sostiene que “los homicidios disminuyeron 24% y en 2014 se tuvo la tasa más baja en seis años”. Es probable que tenga razón, pero vista la serie completa de los años recientes, los números del Presidente encubren una grave realidad: el ascenso constante del número de asesinados en el país, que colocan a México en una de las sociedades más violentas del planeta.Según Peña, el año pasado se redujeron los homicidios 24%, pero eso ocurrió porque en 2013 el número de asesinados en el país llegó a su pico histórico. Veamos: en 2013 hubo 23 mil 928 homicidios dolosos, mientras en el año pasado se registraron 20 mil 276 asesinatos. Como se aprecia, Peña Nieto tiene razón en que hubo una disminución, pero en un contexto en donde los asesinatos no ceden.El semanario Zeta de Tijuana, en su serie histórica de registro de homicidios dolosos, o “ejecuciones” como los llama, encontró que en 32 meses del Gobierno de Peña Nieto han sido asesinados 57 mil 410 personas.La cifra registrada por Zeta una cifra superior a la que consigna el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que registra 47 mil 988 averiguaciones previas y víctimas por homicidio doloso en los primeros 32 meses del actual Gobierno. Pero incluso tomando en cuenta los datos oficiales, el aumento en ejecuciones es evidente. Durante los 32 primeros meses del Gobierno de Felipe Calderón, se registraron 33 mil 347 homicidios dolosos, contra 47 mil 988 asesinatos en el actual periodo de Peña Nieto. La diferencia es de 14 mil 641 homicidios dolosos.En todo el sexenio de Felipe Calderón, hubo 83 mil 191 ejecuciones por lo que de continuar la actual tasa mensual promedio de mil 794 asesinatos, al final del sexenio habría cerca de 130 mil personas asesinadas, es decir, más de 50% respecto al sexenio anterior. De modo que la propaganda de reducción de 24% de homicidios es una ficción.Lamentablemente los homicidios no son la única experiencia con la violencia que toca a los mexicanos. Según el mismo Inegi, en 2013, uno de cada tres habitantes tuvo “una víctima de delito”. A los homicidios deben sumarse los más de 26 mil desaparecidos reconocidos oficialmente, los casi 80 mil migrantes centroamericanos que sus familias aseguran desaparecieron mientras recorrían México; los 170 mil personas desplazadas por megaproyectos; los desplazados internos por situación de violencia; y las personas que migran de una ciudad o población a otra del país por razones de violencia e inseguridad. De modo que la guerra contra la población iniciada desde el sexenio de Calderón, continúa ahora bajo la responsabilidad de Peña Nieto, y de modo más exacerbado. Su supuesta reducción es otra cuenta alegre del Gobierno federal.
