“En este país hay 100 millones de expertos en futbol…, ¡y ponen al frente de la Selección Nacional al único que no sabe!”.Si se tratara de precisar en dónde y en qué circunstancia se acuñó esa frase, no pocos dirían que se dijo en México, el sábado pasado, a raíz del desempeño del Tri ante su similar de Nueva Zelanda. Alguien más aventuraría que esa expresión se dedicó a la Selección que cumplió con más pena que gloria la etapa inicial de la eliminatoria para el Mundial de Brasil-2014, y a Chepo de la Torre muy particularmente. Otros sugerirían que se aplicó a la “era” de Enrique Meza… o a la de Miguel Mejía Barón… o a la última de Bora Mulitinovic. Etcétera.* La respuesta correcta, salvo prueba en contrario, es que la frase de referencia se aplicó en Brasil y se dedicó a la gran mayoría de los entrenadores que estuvieron al frente de su equipo nacional, después de la conquista del “Tricampeonato mundial” en 1970.*Nada tiene de sensacional que, en México, buena parte de la crítica —y, por extensión, una buena cantidad de aficionados— la tome contra el técnico nacional en turno. Lo de menos es que sus números (con la obligada salvedad del escandaloso 7-0 adverso ante Chile en la reciente Copa América), hasta ahora, sean positivos. Tampoco lo salva el que solventara airosamente —en lo que a resultados respecta— la fase inicial de la eliminatoria rumbo al Mundial de Rusia 2018; ni, mucho menos, que su examen más reciente (el del sábado ante Nueva Zelanda, precisamente) lo haya resuelto, si no con un desempeño convincente, sí, al menos, con calificación aprobatoria; con el triunfo, al menos.Las críticas más recientes obedecieron a algunas presencias discutibles en el equipo nacional; los casos de Marín, Silva y Gallardo, concretamente. Se estima que los primeros carecen de la estatura futbolística necesaria para merecer la honrosa calidad de seleccionados nacionales, y que el tercero aún está muy verde para una responsabilidad de esa envergadura…Ya se verá, cuando se dé la lista definitiva para el Hexagonal en que se disputarán los boletos para el Mundial… Lo cierto es que a Osorio —parafraseando al General Pedro María Anaya tras la Batalla de Churubusco, hace 169 años—, podría decírsele: “Si hubiese un mexicano que hubiera demostrado tamaños para el cargo, usted no estaría aquí”.