Hace unos días releía la siguiente frase de Julia Cameron: “La creatividad es siempre un acto de fe”. También aquella, maravillosa: “Salta y aparecerá la red”: Y otra más, (que esta no recuerdo de quién es): “Nunca esperes ver la escalera completa, sólo sube el escalón y todo se dará”. La creatividad toma formas más “majestuosas” o “poderosas” en los linderos del arte, eso sí, el arte es comunicación y enamoramiento. Por eso a través de él seducimos a la audiencia. Sin embargo, la creatividad está en todo: cruzando la calle en un encuentro definitorio, frente a una hoja en blanco para desarrollar un modelo de negocio, en lo que haces dentro de las formas en que te desarrollas con la gente que amas. La creatividad está en el amor, en la hora del té y en los momentos de perdón. La creatividad hace que la intuición haga su chamba de manera pragmática y que el cerebro se haga uno con el corazón para lograr eso que llamamos “nuestros sueños”, “corazonadas”, “visiones”.Todo esto me vino a la cabeza a lo largo de estos días, gracias al creador Guillermo del Toro, quien en el festival de Venecia se llevó el León de Oro por su película “La forma del agua”. Su premio lo dedicó a todos aquellos cineastas que aspiran a hacer algo dentro del género fantástico. Qué nobleza ofrece la honesta vocación. Del Toro mantiene su misma pureza ensoñadora, es el mismo niño o joven jugando con monstruos en su habitación. Su carrera se trata de compartirlo con nosotros y conmovernos a través de ello.Llevar hasta las últimas consecuencias la propia visión, misma que ante los ojos de nosotros —su audiencia— se vuelve cuasi inmortal. Del Toro no solamente es un gran creador, es inspiración arrolladora para muchos.Comparto con orgullo sus palabras, aquellas inmortales de que no le gusta que lo felicite Peña Nieto. Yo pregunto: ¿A quién le interesa que lo felicite Peña Nieto?“No me gusta —dijo— porque México es un país que ha tenido grandes personas de todo: atletas, artistas, científicos, filántropos, etc, pero no hay grandes políticos, a veces me lo pregunto: ¿Cómo es posible que no nazcan diez políticos que hagan lo que se tiene que hacer, que tengan esa vocación? (…) Me sorprende que estadísticamente no salgan políticos mexicanos capaces. Cuando me preguntas de Peña Nieto, lo cierto es que me parece absolutamente aterrador que en su función haga todo lo opuesto a lo que se supone que tiene que hacer”.Creo en la máquina de inspiración que es Guillermo del Toro y creo que a la política mexicana, además de hacerle falta una severa purga, le falta vocación, visión, corazón y creatividad.Gracias Del Toro, por tus películas y por tus palabras.
