Usted, lector amable que mis letras sigue, como tanta gente, estará escuchando y externando criterios y opiniones sobre de cómo están las cosas en la actualidad, cuando los conceptos de crisis, de vulnerabilidad, de volatilidad y otros tantos más, refieren un desasosiego económico en casi todo el planeta. Y…Y se dice tanto y de todo, atribuyendo causas, motivos y justificaciones que traen —a expresión campirana de la más pura cepa— cual “manojo de hediondilla” a las economías del mundo, cuando se dice, y tal vez bien, que hay una interrelación de lo que está sucediendo en diferentes y distantes partes del orbe.Que lo de Grecia impactando severamente a países europeos. Los precios del petróleo, del oro y qué más sé yo. Empero…Empero, ahora quiero enfocar la mira a la crisis monetaria que en China se ha desatado, lo que indudablemente será prueba de fuego respecto a la solidez del gigantesco país asiático, respecto a la capacidad que tenga Pekín para lograr la corrección de los desequilibrios de su economía y, fundamental, la fortaleza auténtica de recuperación mundial.Sí, hay devaluaciones de monedas cotidianamente respecto del dólar y el euro. Así, la inesperada devaluación del yuan anunciada por el Banco Popular de China, ha elevado el nerviosismo de los inversores toda vez que es la mayor desde mediados de los años noventa, derivando en caídas estrepitosas en las bolsas alrededor del mundo, contemplándose la posibilidad de que el frenón chino resulte ser más grande de lo que se preveía, trayendo como consecuencia grave el que la depreciación de su moneda termine propiciando una guerra de divisas tan perjudicial, que en nada ayudaría a las economías occidentales y emergentes.China, no se duda, se ha convertido en la segunda potencia mundial liderando en el campo de las exportaciones, lo que le permitió superar la crisis financiera de hace siete años, la del 2008, aplicando una por demás agresiva política de estímulos para incrementar la demanda interna, solo que…Que los errores están apareciendo ahora como consecuencia de la elevación del nivel de la inversión, vía concesión indiscriminada de créditos —¿en dónde no hemos escuchado esto..?—, que amalgamada a un sistema cambiario rígido, originó el disparo de las deudas de empresas y familias, por lo que traigo ahora la resobada frase de “sobrecalentamiento de la economía”, que se veía venir reflejando su burbuja financiera e inmobiliaria, denotándose en un sentón por los desequilibrios de estructuras y el sostenimiento artificial de su moneda.Y mire si no, cuando en tan solo día y medio la han intentado apuntalar con ¡cien mil millones de dólares! Ha leído Usted bien, no hay error.Por el momento, es verdaderamente preocupante la realidad dados los indicadores cuando las importaciones pasan penas negras, y tanto la producción industrial como la inversión privada y el consumo interno han disminuido velocidad. De ahí la determinación a devaluar la monedad con el fin de abaratar las exportaciones en un intento de reactivar su economía.Y… PENSÁNDOLO BIEN.Y… PENSÁNDOLO BIEN, tanto analistas como inversores se cuestionan hasta qué nivel se devaluará el yuan, lo que señala riesgos en la estrategia, haciendo preocupante que con las medidas de China, sobrevenga una lucha de divisas contraproducente, que arrastraría a otras monedas asiáticas en una carrera desbocada por abaratar con artificios sus productos en vez de apostar por desarrollar recursos que vayan por mejorar la competitividad.Visto lo visto… Lo cierto es que dada la importancia que China tiene en la economía internacional, su desaceleración y con freno, tendrá impacto sobre el mercado de materias primas y en potencias emergentes, repercutiendo también, no se dude, tanto en Europa como en Estados Unidos.No es cuento chino… Es realidad.