El pasado lunes el “Atlante”, uno de los equipos más tradicionales del futbol mexicano, cumplió 100 años de su fundación, pues el 18 de abril de1916, en la calle Sinaloa, en la Colonia Roma de la Ciudad de México, los hermanos Trinidad y Refugio Martínez, obreros de fábricas textileras, y su amigo Agustín Pérez también de origen humilde, entusiasmados por la práctica del futbol, decidieron organizar y formar con un grupo de amigos un equipo de futbol en su colonia La Roma, en la capital de la República Mexicana: la empresa lucía titánica, pues por aquellos años la práctica del futbol se daba sólo en clubes o instituciones educativas privadas con futbolistas ingleses y españoles o los descendientes de éstos, con lo que los jóvenes de clases populares, difícilmente tenían acceso a esos equipos, por lo que se conformaban en un principio, con observar desde la calle a través de un enrejado, cómo los jóvenes de origen británico y español practicaban un deporte llamado futbol.Con privaciones económicas desde su inicio, el equipo fue llamado originalmente Sinaloa, pues varios de sus fundadores vivían en esa calle de la Ciudad de México. Al principio jugaban en la calle o en parques cercanos a sus hogares, los balones desechados por “viejos” del Club España que fueron reutilizados por esos jóvenes obreros que intentaban jugar contra los equipos ya establecidos sin éxito, pero siguieron insistiendo hasta que por fin pudieron jugar duelos amistosos donde dejaron constancia de su enjundia, coraje y determinación para la práctica del futbol. El Sinaloa cambió de nombre para llamarse Lusitania en 1919, y después cambió por el de U-53 en honor a un submarino alemán de la Primera Guerra Mundial en 1920, posteriormente el equipo volvió a cambiar de nombre, y en 1921 fue rebautizado como Atlántico por el Océano Atlántico, pero coloquialmente sus jugadores y seguidores, le decían Atlante, y así se le quedó desde entonces su nombre a un equipo de la clase popular mexicana, conocidos en diferentes etapas de su vida como “los Prietitos”, o “El equipo del Pueblo” y también como los “Potros de Hierro” siendo uno de los equipos más populares de la capital del país, que solicitó al ver su éxito deportivo ingresar a la entonces Liga Mayor de la Ciudad de México, pero le pusieron como requisito jugar un partido previo a su registro ante uno los equipos participantes de la Liga que fue el América, al que derrotaron por 2-0 siendo aceptados como integrantes de la Liga Mayor en la temporada de 1927-1928.En ese equipo compuesto en su mayoría por trabajadores de fábricas textiles o de zapatos, destacaba un joven delgado, bajo de estatura que jugaba con una boina en la cabeza, apodado “el Trompo” y de nombre Juan Carreño, notable por su movilidad, habilidad y picardía, que pasó a la posteridad cuando en 1930 marcó en Uruguay, el primer gol mexicano en una Copa del Mundo.Un poco antes el 25 de febrero de 1927, el Atlante jugó su primer partido internacional sufriendo una derrota de 0-4 ante el Colo Colo de Chile en la Ciudad de México, y poco después del Campeonato Mundial de Futbol Uruguay 1930, se asocia con los equipos Marte, España, Germania y México para inaugurar el Parque Alianza el 31 de enero de 1931, siendo el primer escenario exclusivamente para disputar juegos de futbol, que sería el precursor de los campos del Parque España y Parque Asturias, que años después fueron construidos por los miembros de la colonia española de nuestro país que vivían en la Ciudad de México. El Atlante se ganó el cariño de las clases populares que se sentían bien representados por esos “Prietitos” ante los poderosos clubes de origen británico o español que dominaban en ese tiempo el futbol en la Ciudad de México. Debido a problemas económicos el Atlante estuvo a punto de desaparecer en los años 30´s, cuando Lázaro Cárdenas era Presidente de México, y éste le pidió al General José Manuel Núñez de origen jalisciense, Jefe del Estado Mayor Presidencial que se hiciera cargo del Atlante del que estuvo al frente muchos años hasta que le vendió el equipo al empresario litográfico Fernando González “Fernandón” donde al paso del tiempo se presentaron problemas económicos tan serios que cuenta el gran arquero Rafael Puente Suárez, jugador del Atlante que, cuando llegaban los cheques de su pago algo atrasados, los jugadores jugaban carreras para llegar al banco a cobrar antes que se acabara el dinero.Hubo una época donde el Atlante llevó jugadores jaliscienses a sus filas como el “Pirracas” Castellanos, “Pepino” García Solís y el portero ex necaxista Raúl “Pipiolo” Estrada, así como el “Cazuelas” Grajeda y el “Peluche” Ramos, que junto a los españoles Fernando “Gavilán” García y Antonio López Herranz, así como el costarricense Antonio Hutt, Carlos Laviada y el gran maestro catalán, Martín Vantolrá y el “Caballo”, Alberto Mendoza, todos ellos dirigidos por el húngaro Luis Grocsz, formaron un gran y eficaz equipo que conquistó el primer campeonato para los atlantistas en la campaña 1940-41, coronándose con cinco puntos de ventaja sobre la Selección Jalisco y el España venciendo el 8 de diciembre de 1941 al Moctezuma de Orizaba por 5-2 en el Parque Asturias. Todavía integraron una mítica delantera en la temporada de 1945-46 con Martín Vantolrá, Horacio Casarín, el tico Rafael Meza y los argentinos Mateo de la Tijera y Ángel Segura “Angelillo” que hicieron 121 goles, anotando por lo menos un gol en 29 partidos de los 30 que tenía la temporada, marca histórica que prevalece en el futbol mexicano.Años después en la década de los 70´s el equipo fue tomado por el IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) y vivió buenos momentos, contratando figuras como el argentino Rubén “Ratón” Ayala, el polaco Gregorz Lato y el brasileño Evanivaldo Castro “Cabinho”, así como el portero argentino Ricardo Antonio La Volpe, pero sólo les alcanzó para un subcampeonato perdiendo una Final en serie de penalties ante los Tigres de Carlos Miloc en la campaña 80-81.Luego el popular equipo pasó a manos del Gobierno del Distrito Federal y la administración fue tan mala que acabaron jugando en Querétaro y descendiendo, pero volvieron a Primera División de la mano de José Antonio García y Alejandro Burillo, y posterior se mudaron a Cancún donde fueron campeones una vez más, de la mano del Profe, Guadalupe Cruz, después volvieron a descender y hoy militan en la Liga de Ascenso, lejos de sus orígenes, que no obstante cuando vuelven a la capital del país para enfrentar a Pumas, América o Cruz Azul llenan las tribunas con su folklórico grito de: “Les guste o no les guste, les cuadre o no les cuadre, el Atlante es su padre, y si no…chiflen a su…..” fue tan popular algún tiempo el Atlante, que mucho equipos amateurs de nuestro país tomaron su nombre, uno de ellos el Atlante de El Salto, Jalisco, que junto con el Río Grande siguen vigentes y celebran el “Clásico salteño” cada año con gran fiesta, antes, durante y después del partido. ¡Salud y larga vida para el centenario Atlante!
