Los Tigres no se limitaron a dar un gran paso hacia la Final del Torneo de Apertura merced a su victoria de la otra noche sobre el León, a domicilio…Más que eso, robustecieron su calidad de grandes favoritos para agenciarse el título de un campeonato que —estaba escrito…— “cualquiera” podía ganar.*Ni el Tijuana, líder general en la etapa clasificatoria, ni el Pachuca, campeón defensor (con la salvedad de que su coronación en el precedente Torneo de Clausura burló a la generalidad de los pronósticos), estuvieron a la altura del título que buscaban.Ya en el verdadero campeonato, como consta en actas, el primero quedó herido de muerte desde el partido de ida ante el León, y el segundo fue desplazado por el inevitable “colado” de la fiesta grande —el Necaxa, en el caso—… merced, en buena medida, al que probablemente fue el gol más tonto (y, seguramente, el más trascendental y el más inoportuno) en la larguísima historia del “Conejo” Pérez, su longevo cancerbero.*Aunque el León hubiese honrado su condición de local y ganado, en tan virtud, el partido del miércoles, habría sido aventurado dar por muertos y enterrados a los Tigres… a no ser, por supuesto, que los verdes hubieran ganado con una amplitud similar a la del 3-0 con que despacharon, una semana antes, a los Xolos. Por la jerarquía de los jugadores que integran su plantel, es muy probable que los Tigres estén muy por encima del resto de los sobrevivientes. Además de que ganaron como visitantes y de sus figuras descollantes —Ayala, Juninho, Torres Nilo, Aquino, Pizarro, Dueñas, Damm, Delort, Sosa… y, por supuesto, Gignac—, los reyneros tienen a su favor la madurez adquirida, como equipo, por obra y gracia del tiempo que llevan jugando juntos, sin experimentar —como no sea para enriquecerlo— cambios sensibles en la plantilla.*Adicionalmente, el plus que significa la presencia de “Tuca” Ferreti en el puente de mando: uno de los técnicos que más títulos han ganado en México; uno de los más asiduos participantes en Liguillas; un timonel que seguramente no ha sido de los más brillantes, porque sus equipos se caracterizan más por su equilibrio y su solvencia que por el relumbrón... pero sí ha sido, sin duda alguna, como lo consignan sus conquistas, uno de los más efectivos, por los resultados que de ordinario lo acompañan.