* ...y van dos

Como ya van dos capítulos con historias similares, el riesgo de que se incurra en generalizaciones, ipso facto, es mayor. Así, sin detenerse a medirle la zanca a los adversarios incluidos hasta ahora en la breve lista de las víctimas —Atlante y Jaguares—, hoy habrá quien proclame que las “Chivas” ya están en plan de protagonistas del campeonato. Por contrapartida, tampoco faltarán quienes concluyan de las derrotas de los otros dos equipos de la comarca, que ambos sacaron boleto, y que estarán en la lista de “aspirantes” a bailar con la más fea. * Los seguidores del Atlas se consolarán, antes de la cita del miércoles ante el Querétaro (un duelo, obvia decirlo, en que los Rojinegros tienen la obligación de ponerle número a la casa), recordando los minutos del encuentro ante el Cruz Azul en que el equipo de sus amores mostró “otra cara”, tras su desangelado debut, una semana antes, ante el Puebla... Para su desgracia, la falta de solidez de su línea defensiva propició la voltereta y el consiguiente triunfo de los “Cementeros”. * La Autónoma, por su parte, encontró un par de “chivos expiatorios” para explicar la derrota ante San Luis: Zambueza, al echar a la basura un tiro de penal, por exceso de crema, y Zamogilny, ya casi al final, al provocar la pena máxima que significó la victoria para los locales... Tener un par de “villanos” neutraliza los méritos de Christian Martínez —el arquero que evitó tres o cuatro goles del San Luis que parecían cantados— para erigirse en la figura del encuentro. * Del triunfo del Guadalajara hay que decir que fue la consecuencia lógica de la porfía de los rayados, por una parte... y de la apatía de los Jaguares, por la otra. Mérito de los primeros, que pusieron “una poca de gracia —o de futbol—... y otra cosita” (esto último, sobre todo) para dar la voltereta al marcador. Demérito de los chiapanecos, que con el gol con que tomaron ventaja dieron la sensación de creer que ya tenían al rey por las orejas. Justo el resultado, al final de cuentas, si se repara en que la historia del partido —pálida sombra del de la inauguración del estadio, un año atrás— cabía en esta frase: Guadalajara, muy poco; Jaguares..., casi nada