Temple de acero, el lejano Oeste de los hermanos Coen

LOS ÁNGELES, CALIFORNIA (22/DIC/2010).- Novela y película de éxito, Temple de acero se reinventa más de 40 años después a través de la mirada de los hermanos Coen, que exploran el lejano Oeste con una historia de venganza, tipos duros con pistola y humor negro.

Basado en el relato publicado por Charles Portis en 1968, el filme que se estrena hoy en Estados Unidos gira en torno a la figura de una adolescente de 14 años con muchas agallas, Mattie Ross (Hailee Steinfeld), y su empeño en ajusticiar al forajido Tom Chaney (Josh Brolin), el hombre que mató a su padre.

Un viaje en el que la acompañarán a regañadientes dos pistoleros agentes de la ley y cazarrecompensas: el implacable borracho con parche en el ojo Rooster Cogburn (Jeff Bridges) y el texano terco y charlatán LaBoeuf (Matt Damon).

“Siempre habíamos querido hacer un western”, reveló Ethan Coen en una entrevista celebrada en Los Ángeles junto a su hermano Joel, en la que ambos insistieron en que el filme tiene más que ver con su “entusiasmo” por la obra de Portis que en un intento de hacer un homenaje al género de indios y vaqueros.

“La leímos los dos por primera vez hace mucho tiempo”, recordó Joel, para precisar que no fue hasta hace poco, tras leérsela a su hijo, cuando comenzaron a pensar que sería “una gran película para llevar al cine”.

Como ya es habitual en las producciones de los Coen, violencia, drama y comedia se intercalan también en la acción de Temple de acero dando diferentes dimensiones a los personajes, entre los que destaca el Cogburn de un convincente Bridges.

Más difícil fue hallar a la actriz que pusiera cara a la joven Ross. Tras meses de búsqueda por Estados Unidos y miles de audiciones, los Coen se quedaron con una desconocida Hailee Steinfeld, que a sus 13 años fue capaz de darle la réplica a grandes figuras de la pantalla sin amedrentarse.

“Dimos con ella poco antes de empezar a rodar, tuvimos mucha suerte”, dijo Ethan, para quien Temple de acero tiene potencial “para llegar a más audiencia” que cualquiera de los filmes que han hecho hasta la fecha.

“Pensamos que puede atraer a las familias”, explicó Ethan, algo a lo que contribuirá una calificación de película no recomendada para menores de 13 años, un grado inferior al que normalmente impone la Motion Picture Association of America (MPAA) a las cintas de los Coen, que llegan a los cines restringidas a un público adulto.