Sin éxito arte conceptual chino en ARCO

MADRID.-  El sonido constante de un ping-pong es representativo de la presencia del arte joven de China en la feria internacional de arte contemporáneo ARCO, que no ha producido en el panorama madrileño ni frío, ni calor.
Este ruido de ping-pong, -que ha sido habitual en la planta del 14.1 de ARCO- provenía de la instalación de acero y de grandes dimensiones del reconocido pintor chino, a pesar de su juventud, 35 años, Li Songsong, titulada "Big Ping Pong".
La galería Urs Meile de Pekín se arriesgó y presentó esta obra -que data de 2007 y tardó en elaborarse tres años- y que estaba hoy todavía a la venta por 300.000 euros, aunque "reservada", indicó a Efe hoy un colaborador de esta galería.
Este artista -que en 2007 produjo pintura colorista con mucha pasta de óleo en sus lienzos- ha querido hacer una crítica social a través del deporte nacional chino: el ping-pong.
La instalación -cuya idea surgió de un juego metálico que adquirió en un mercadillo de dos jugadores que jugaban sin cesar al ping-pong- muestra a dos humanoides, de formas redondeadas y sin rostro, que simulan jugar al ping-pong mecánicamente.
"Li Songsong ha creado una réplica del juego de la vida, en el que cada uno puede potencialmente encontrarse a sí mismo como un jugador", "en un juego que atoniza", en el que no hay ganador o perdedor, señala su galería.
Cerca de ella, la galería Pekin Fine Arts también exhibe una instalación de su artista Jin Shan, la cual ocupa todo el stand debido a sus grandes dimensiones y en la que unas bolas de plástico naranja son propulsadas por aire comprimido al interior de un tubo.
Esta artista -cuyo estilo está definido por la interactividad entre obras- tal vez, en la presente edición de ARCO, por la ubicación no ha llegado a transmitir todo su mensaje crítico, ya que los jugadores de ping-pong están a un lado del pasillo y las bolas naranjas están saltando enfrente.
También, cerca de las dos, la galería pequinesa Boers-Li -anteriormente, Universal Studios-Beijing- presentó la obra "The Outcast" (El marginado), de Liu Wei, con la que efectúa una crítica a la enajenación de la sociedad moderna.
La obra es un cubo de grandes dimensiones cuyas caras están listadas -basándose en las formas de las ventanas de ciertos edificios gubernamentales- y con apariencia de metal deslucido.
Pero, entre todas las propuestas chinas, la más conceptual proviene de la galería Shangart que da a conocer el proyecto "Hipic" de la mano de su artista Zu Zhen.
Esta iniciativa, de carácter experimental, comenzó por parte de Yang Zhenzhong, Xu Zhen, Huang Kui y otros artistas quienes proponen una inundación de imágenes por Internet, a través de un intercambio promovido en su página (www.hipic.org).
"Hipic", como indica la galería en las paredes del stand y en su página de Internet, "es un proyecto artístico e independiente que se basa en las fotografías".
Y además, es "un sistema de difusión conectado a toda clase de pantallas relacionadas con los media", es decir, que promueve a los entusiastas del net.art la difusión y creación de imágenes a través de todos los soportes tecnológicos.
Así, la galería Shangart, que tiende a poner el dedo en la llaga, va a presentar esta obra -cuya autoría compartida podría dar que hablar en un futuro- el próximo 29 de febrero en Pekín, informó en su página de Internet.
Por otro lado, la galería Chinablue, ha traído a ARCO pintura al óleo y fotografía de artistas chinos de primera línea.
El fotógrafo Wang Qingsong -que comenzó como pintor de óleo con influencias del pintor británico Francis Bacon y es considerado un genio a pesar de su edad (1966)- no ha vendido nada hasta la fecha de hoy en esta galería, informó a Efe un miembro de Chinablue.
Esta galería china expone tres fotografías de Qingsong, entre las que destaca "Forum", en la que critica a los medios de comunicación, y está valorada en 40.000 dólares (unos 27.200 euros).
Y tampoco, hasta hoy, se habían vendido los cuadros de los pintores Xilong Yu y Chen Bo, que exhiben en un stand tan pequeño sus pinceladas diametralmente opuestas.
En resumen, los coleccionistas de ARCO'08, a pesar de la calidad de estos artistas y de la revalorización del arte chino en 2007, no han adquirido obra en estas galerías, tal vez, influidos por los sonidos átonos del ping-pong, ping...pong, ping.....pong.

EFE 12:10 17/02/08 CCMS