Domingo, 16 de Junio 2024
Entretenimiento | Julián Hernández y Roberto Fiesco proponen unidad en el gremio

Medicina para el cine mexicano

Los realizadores proponen unidad en el gremio para fortalecer la industria

Por: EL INFORMADOR

El realizador Julián Hernández y el productor Roberto Fiesco presentan el cortometraje Atmósfera. S.NÚÑEZ  /

El realizador Julián Hernández y el productor Roberto Fiesco presentan el cortometraje Atmósfera. S.NÚÑEZ /

MORELIA, MICHOACÁN (21/OCT/2010).- Julián Hernández y Roberto Fiesco son de esos “garbanzos de a libra” que se dan cada cierto tiempo en el cine mexicano. Arrasan en festivales internacionales y sus películas suelen despertar reacciones apasionadas por parte de la crítica especializada en cualquier latitud que se presenten, llámese San Sebastián, Cannes, Venecia o Berlín.

Pero Hernández y Fiesco no se tienen que ir lejos para sentirse cómodos. El Festival Internacional de Cine de Morelia es uno de sus preferidos, mismo donde han tenido la oportunidad de presentar varios de sus trabajos, tanto en formato de largo como de cortometraje. Y es justamente con una producción de éste último corte, titulada Atmósfera, que pisan el certamen purépecha.

Roberto Fiesco, productor de dicha pieza audiovisual y de otros trabajos de Hernández con quien ha formado una sólida mancuerna, recuerda que hace ocho años, cuando arrancó el certamen. “Estábamos terminando nuestro primer largometraje, Mil nubes de paz cercan el cielo, amor, jamás acabarás de ser amor. Los tres largos que hemos hecho se han presentado aquí (Cielo dividido, Rabioso Sol, rabioso cielo). Creo que venir a Morelia es la mejor forma de repasar lo que hicimos en el año. Este festival es el mejor escaparate para presentar nuevos proyectos, además de que aquí hemos conocido gente que nos ayuda o simplemente nos volvemos a topar con viejas amistades”.

Cortos de primera clase

Sobre la situación que envuelve al cortometraje en México, un género que los llamados cineastas “consagrados” han abandonado, Julián Hernández opina que “sucede un fenómeno muy curioso. Los cineastas de mi edad que han filmado una película larga ya no regresan al corto. Parece que dicen ‘ya soy largometrajista y lo otro me queda chico’. Creo que les queda pequeño en términos de ego más que nada”.
El cineasta laureado en Berlín con dos premios Teddy , uno  por Mil nubes... y otro por Rabioso Sol, rabioso cielo, afirma que uno de sus grandes amigos, el también director Enrique Ortiga decía que “el cortometraje era el territorio libre del cine y a mí me parece que es cierto. El corto te permite contar cosas que no se pueden hacer de otra forma, probar nuevas fórmulas y un lugar donde tengo la libertad absoluta para manejar las cosas como yo deseo”.

Frente común

Aunque fortalecido tras una larga etapa de decadencia, el cine mexicano busca fortalecer su estructura, que enfrenta una situación de amplia desventaja a su contraparte norteamericana. A diferencia de otros países, donde los cineastas han hecho a un lado sus egos e ideas personales, en México no existe un consenso de cómo enfrentar el problema a pesar de estar plenamente identificado.

Julián Hernández considera que si bien hay varios realizadores con ideas interesantes, no se puede hablar de un “movimiento “pero no por falta de solidaridad de los realizadores. Si hubiera un movimiento como el del cine alemán en la década de los años sesenta estaría genial, o el de los propios directores mexicanos de los años setenta como (Jorge) Fons o (Arturo) Ripstein sería increíble, pero la verdad eso no existe ahora porque no hay unidad en los realizadores”.

El director de Atmósfera afirma que aunque se conoce la enfermedad que aqueja a las producciones mexicanas, ésta no se combate en lo absoluto. “El fenómeno de la exhibición sigue siendo el gran lastre de la cinematografía nacional. Se siguen viendo cineastas que lanzan su película y no dura en pantalla más de una semana. Si estuviéramos unidos y como grupo nos quejáramos del poco tiempo en pantalla o de la competencia desleal tendríamos mejores posibilidades. Pero, ¿qué ocurre?, que cada director que se queja para que vuelva a filmar otra película pueden transcurrir cinco años, seis años, se queda ‘congelado’”.

Roberto Fiesco complementa la idea y agrega que “lo mejor sería que todos los cineastas, los grandes, los chicos, los que producen éxitos comerciales, los que van a festivales, todos, luchemos en un frente común por la exhibición de las películas, nadie lo está haciendo y cuando ocurra se generará un ambiente más sano para la industria y mayor certidumbre para los productores. De nada sirve que se produzcan 80 películas al año, se estrenen únicamente 40 y tengan éxito comercial una o dos”.

Hernández agregó que espera rodar en 2011 la película Rencor tatuado, cinta que ya tiene en el tintero desde hace tiempo.


¿De qué se trata?

Atmósfera relata la historia de Cecilia, Alberto y Felipe, quienes viven atrapados luego de que una extraña enfermedad ha desolado a lo que antes fue una apacible ciudad playera. Deambulando en soledad por la devastada urbe, los tres pronto sentirán un deseo incontrolable por alcanzar el mar.
Duración: 16 minutos.

EL INFORMADOR/ FRANCISCO GONZÁLEZ

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