Celebridades se manifiestan en Morelia

MORELIA, MICHOACÁN (22/OCT/2014).- La mirada endurecida y la ausencia de maquillaje. El gesto adusto y la postura firme. Sin poses, sin sonrisas, sin matices. Son los nombres que tradicionalmente brillan en la pantalla, pero que la noche del miércoles decidieron dejar de lado su faceta artística para alzar una protesta. Fue el momento en que Daniel Giménez Cacho, Verónica Langer, Cassandra Ciangherotti, Sofía Espinoza, Tenoch Huerta, Ilse Salas, Alonso Ruizapalacio y Harold Torres hicieron público su sentir en las escalinatas del Teatro Rubén Romero, en pleno Centro de Morelia.

Fue el momento en que decidieron hacer público su apoyo contra la desaparición de los normalistas de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos en Ayitzinapa, Guerrero. Fue el momento en que dijeron basta.

A sus pies, 43 veladoras, cada una, en memoria de los estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa. Con un pequeño altavoz, los artistas fueron leyendo un discurso. Fuerte, duro, sin matices. Le dieron voz a los reclamos de los padres de los alumnos desaparecidos. Ni la lluvia, ni el frío que se sentía por la noche los movió. El grito de guerra que ellos pronunciaron ya había hecho eco todo el día en la capital purépecha: "Vivos se los llevaron, vivos los queremos".

"Vivimos la consecuencia de un problema de degradación. Degradación de un problema político, la penetración del crimen autorizado en las autoridades. En Iguala es muy lamentable ver como la agenda criminal coincide con la agenda política", señaló Giménez Cacho ante los medios. El artista, conocido por ser un activo manifestante político, no se guardó críticas hacia el gobierno de Guerrero y las fuerzas de seguridad federales.

Giménez Cacho, quien encuentra en el festival como jurado de la sección de largometrajes, agregó que la declaración conjunta de artistas y directores se dio porque "ya estábamos en Morelia, si hubiéramos estado en México, habríamos marchado con el resto de la gente".

Sobre si los actores volverán a manifestar su inconformidad en la clausura del festival el próximo viernes, el protagonista de Aro Tolbukin apuntó que "no sería mala idea. Yo estoy aquí como jurado, que es mi primer trabajo. Yo le voy a preguntar a mis compañeros jueces, que son extranjeros, y no pueden creer lo que escuchan. Es una cuestión humanitaria, y ya se volvió un asunto de trascendencia mundial. Es una pena que las autoridades solamente estén reaccionando a la presión mundial". El histrión agregó que Alejandro Ramírez, presidente del FICM y de la cadena Cinépolis, también les ha expresado su apoyo.

Giménez Cacho no dejó que las veladoras se apagaran mientras los artistas se encontraban reunidos. Terminada la protesta, los artistas, estudiantes y activistas se fueron retirando, aunque las consignas siguen flotando todavía hoy en el aire. La conciencia en el FICM está despierta, y promete aumentar su volumen de cara a la clausura de su edición número 12. Sin poses, sin sonrisas, sin matices.
 
EL INFORMADOR / FRANCISCO GONZÁLEZ