Sin subsidio, más inflación

La eliminación del subsidio a las gasolinas llevaría la inflación de México a niveles superiores a 6%, reconoció el Banco de México (Banxico).

Javier Salas, director de Precios, Salarios y Productividad del banco central, expuso que en el eventual caso de que el combustible se elevara a 10 pesos por litro, consecuencia de la eliminación de dicho subsidio, el incremento directo en el Índice Nacional de Precios al Consumidor sería de al menos 1.3947%.

El funcionario agregó que el incremento se sumaría al rango inflacionario actual, con lo cual la inflación se elevaría de golpe a 6.42%.

Sin embargo, Rogelio Ramírez de la O, director general de Ecanal, aseguró que la eliminación al subsidio de los combustibles incrementaría de golpe la inflación entre 2 y 2.5 puntos porcentuales. Con eso la inflación que actualmente toca casi 5%, se elevaría hasta 7.5% y 8%.

“Pero habría una escalada de precios por los efectos indirectos de cuando menos otros dos puntos, por las alzas en alimentos y transportes”, aseguró el especialista.

El pasado viernes, Michael Kantor, ex secretario de Comercio de Estados Unidos en el gobierno de George Bush, aseveró que los subsidios que se aplican son un mecanismo para controlar la inflación.

“Si no hubiera subsidios, entonces la inflación sería más alta”, puntualizó Kantor.

Según la Secretaría de Hacienda, los subsidios que se han aplicado a los combustibles han sido una pieza fundamental para que en México no haya excedentes petroleros.

Gabriel Pérez del Peral dijo que el efecto en la inflación depende de la velocidad en que se quite el subsidio por parte del gobierno.

“De un día para otro generaría un fuerte impacto a la expectativas y una espiral inflacionaria, pero si fuera gradual no tendría un ajuste tan brusco”, añadió el especialista.

Los secretarios de Hacienda y Energía, Agustín Carstens y Georgina Kessel, respectivamente, se pronunciaron por eliminar el subsidio en forma gradual.

Ramírez de la O dijo que el gobierno se puso contra las cuerdas o en un callejón sin salida por el caso de los subsidios, donde pospuso una decisión fundamental en materia de finanzas públicas.

“El problema es que como se dejó acumular mucho la problemática, desde Fox se reprimió el aumento, trae dos años y medio de retraso”, sostuvo el economista.

Agregó que el gobierno de Felipe Calderón ha tomado una salida contraproducente como pedirle al Banco de México que baje las tasas de interés. “La disyuntiva de quitarla ahora o en un año, será espantoso para las finanzas públicas; habrá un grave daño si se prolonga para salvar la elección 2009”, planteó Ramírez de la O.