Economía de Argentina, marcada por incertidumbre en 2016

BUENOS AIRES, ARGENTINA (31/DIC/2015).- La economía argentina está marcada por la incertidumbre para el 2016 ante el impacto que tendrán la devaluación, los altos niveles de inflación y la pérdida del poder adquisitivo registrados en las primeras semanas de gobierno del presidente Mauricio Macri.
 
La inflación fue uno de los problemas más graves del pasado gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, ya que al intervenir el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) nunca clarificó los verdaderos niveles de alzas de precios.
 
Durante los últimos años la inflación osciló entre tasas de un dígito que anunciaba el gobierno con nula credibilidad, y entre el 20 y el 30 por ciento que estimaban consultoras privadas.
 
Una de las principales promesas de la campaña de Macri fue combatir la inflación y "normalizar" el mercado cambiario, uno de los tantos eufemismos utilizados para devaluar el peso, lo que a priori impulsó aumentos de precios que no se han detenido.
 
El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, anunció el pasado 17 de diciembre una devaluación del 40 por ciento, al unificar el precio del dólar que operaba en una confusa multiplicidad de valores, incluido el mercado ilegal del llamado "dólar blue".
 
De manera automática, la devaluación impactó en los precios de bienes y servicios con aumentos del 40 por ciento, pese a lo cual el ministro anunció a fines del año que la inflación de diciembre había sido únicamente del 3.5 por ciento.
 
Prat-Gay sorprendió además al declarar la "emergencia estadística" y revelar que, por lo menos durante un año, el gobierno no informará tasas oficiales de inflación.
 
El anuncio desató críticas porque implica que Macri, que tanto denunció la falta de transparencia en este indicador fundamental de la economía durante el kirchnerismo, ahora como presidente directamente ni siquiera lo dará a conocer.
 
La falta de datos sobre la inflación complica, por ejemplo, las ya de por sí tensas negociaciones salariales que deberán desarrollarse con los sindicatos durante los primeros meses del año, ya que los aumentos se acuerdan en proporción con el alza del costo de vida.
 
Mientras tanto, la devaluación redujo en un 40 por ciento el poder adquisitivo de los trabajadores, lo que ya originó las primeras movilizaciones de grupos de izquierda.
 
Previo a su toma de posesión, que fue el 10 de diciembre, Macri promovió la idea de que recibía una "pesada herencia" por parte de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
 
El presidente se refería a que Argentina no crece económicamente hace cuatro años, la inflación, la crisis del mercado cambiario, el déficit fiscal y los problemas para normalizar los pagos de la deuda externa debido a las demandas de los "fondos buitre" (especuladores).
 
Sin embargo, conforme avance su gobierno, Macri tendrá menor margen para achacarle a Fernández de Kirchner las consecuencias que tendrá el nuevo modelo político, social y económico que ha comenzado a imponer en Argentina.