Vuelven a encontrarse

JOHANNESBURGO, SUDÁFRICA (27/JUN/2010).- Hace 24 años Diego Maradona comenzó su  andadura de dios del futbol, en un Mundial de México que vio alzarse en el  mediocampo del Tri a un Javier Aguirre inmenso, y este domingo ambos tendrán la oportunidad de revivir la historia, pero a un costado de la cancha.

Vestidos con el traje de directores técnicos de Argentina y México,  Maradona y el 'Vasco' Aguirre estarán enfrentados en una nueva batalla  ecuménica, cuando sus respectivos equipos se midan en el estado Soccer Citty de Johannesburgo, en busca del pasaje a cuartos de final del Mundial de fútbol Sudáfrica 2010.

De carácter y estilos contrapuestos, Diego y el “Vasco” proyectan en la  cancha la garra y entrega que les caracterizó como jugadores. Ambos se reconocen y respetan, y saben que el partido del domingo será un duelo de inteligencias a distancia.

“Vamos a recibir a México con todo el respeto que se merece. Tiene una  identidad de juego y el 'Vasco' Aguirre es una gran persona”, declaró Maradona sobre su próximo rival en octavos.

Aguirre reconoció que buena parte de la identidad del seleccionado  argentino, es un reflejo de la propia personalidad de su técnico.
“Conozco a Diego, y es un tipo que siempre resurge”, dijo el “Vasco”.

Aguirre recordó que después de que Argentina dio tumbos en las  clasificatorias sudamericanas, y Maradona recibía balas de todos lados, supo  rehacerse y ahora ha convertido a su equipo en "candidata firme a ganar el Mundial".

La única vez que ambos coincidieron en un Mundial fue en México 1986, donde  consiguieron los máximos logros de sus carreras en citas ecuménicas.

Maradona se consagró en el mundial mexicano con goles de leyenda, y con su  decisivo aporte, guió a la Albiceleste al título máximo.

Aguirre, desde el medico campo azteca, contribuyó a que su selección se  clasificara a cuartos de final, algo que desde entonces le ha sido negado a  México.

La primera y única vez que Diego y el “Vasco” se vieron las caras como  jugadores fue precisamente en un partido amistoso de cara al mundial mexicano, en la capital azteca el 17 de noviembre de 1985, y que terminó en un empate 1-1.

Y mientras Maradona brillaba en 1986, Aguirre trabajaba esforzadamente para que  México fuera avanzado hasta los cuartos de final, donde cayó en tanda de  penales ante Alemania Federal.