A pesar de estar hundidos en la tabla porcentual y que el estado de ánimo no es el mejor en el seno de los Tiburones Rojos del Veracruz, los jugadores jarochos aún están a la espera de un milagro.Veracruz depende de que los Camoteros del Puebla y los Tigres, no sumen puntos en sus respectivos partidos que quedan del Clausura 2008 y ganar la mayor cantidad de puntos.De no ser así, Veracruz estaría diciendo adiós a la Primera División, en lo que sería otro doloroso descenso en la historia de la franquicia que jamás ha logrado colocarse como una institución importante.El portero mexicano, Jorge Bernal, tiene la esperanza de que todo puede pasar cuando el balón ruede y que las combinaciones que necesita su equipo se den, pero lo importante es primero hacer lo que les corresponde, que es vencer a Pumas.“Todo puede pasar, nada está escrito, hay que esperar la combinación de resultados y en nuestras manos está el ganar y hay que hacerlo. Es una situación que te toca vivir como futbolista, no puedes ni dormir, es una situación muy difícil.“Tenemos que entrenar, y pensar que no queda más que ganar y esperar, el viernes tendremos un partido tenso ante Pumas, pero hay que estar tranquilos”, finalizó Bernal.Por su parte, el mediocampista Manuel López, quien no pudo jugar el campeonato por una operación que lo dejó fuera de circulación, lamentó no poder ayudar a su equipo y es uno de los pocos que le tocó la alegría del ascenso y ahora la tristeza de verse hundidos.EL INFORMADOR/ Redacción/ EMD 24/ 04/ 08
